Encontrar a un costado de la vía algunas volquetas estacionadas y marcadas con grafitis, entre Astilleros, zona rural de El Zulia, y Sardinata, pareciera algo rutinario y sin peligro. Sin embargo, detrás de esto hay una cadena de temor y de órdenes dadas por presuntos miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln), hecho que pareciera que las autoridades desconocen.
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Se trata de un real paro de transporte de carbón sentenciado por este grupo armado ilegal desde el pasado 27 de junio, afectando enormemente al gremio de los carboneros.
Dos hombres armados con revólver y que se movilizaban en una motocicleta han sido los encargados de infundir el terror entre los conductores de volquetas que se encargan de llevar el carbón desde las minas hasta los centros de acopio de este mineral a lo largo de este corredor vial.
“La orden que les dieron es que no pueden sacar carbón de las minas. Solo permiten el transporte entre los centros de acopio. Además, ordenaron que desde ahora el carbón se debe comprar a $550.000 la tonelada”, dijo uno de los afectados.
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Esto, según la fuente, que pidió reserva de su identidad por seguridad, genera pérdidas para los comerciantes del mineral y además, hay un cese de actividades por parte de los transportadores, mientras siguen sumidos en medio del pánico por las amenazas del Eln.
Los autores del hecho, que sentenciaron el paro del transporte de carbón, marcaron con grafitis las volquetas que estaban circulando por el sector Las Cascadas, a pocos kilómetros de la vereda Astilleros, zona rural de El Zulia, con un mensaje que decía “por no hacer caso”.
Algunos comerciantes han intentado acercarse a las autoridades para obtener un acompañamiento, pero, al parecer, no han tenido ninguna respuesta.
“Ellos (comandantes) argumentan que no tienen denuncias de esto y por eso dicen que no está pasando nada, pero realmente a las personas les da miedo denunciar”, dijo uno de los afectados.
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Aunque Q’hubo intentó comunicarse con el comandante encargado de la Policía Metropolitana de Cúcuta, el oficial no respondió a las llamadas. Sin embargo, de manera extraoficial, se conoció que las autoridades no tienen denuncias sobre estos hechos.
Golpe económico al gremio
La tensión que se ha generado entre el gremio de mineros y carboneros, que representan un gran porcentaje de las regalías para Norte de Santander, dejó entrever, también, el alcance que tienen los grupos armados ilegales y sus pretensiones con el reciente paro.
Además, muchos carboneros vienen siendo víctimas de extorsiones y las acciones frente a esta situación, por parte de las autoridades, son pocas.
Los gremios afectados les pidieron a la Gobernación de Norte de Santander, al Ejército y la Policía, que se adelanten las investigaciones correspondientes y que se brinde un acompañamiento para garantizar la seguridad de todas las personas que rodean este negocio.
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