La madrugada del jueves, la muerte volvió a rondar por los pasos ilegales que conectan a Villa del Rosario (Colombia) con San Antonio del Táchira (Venezuela).
Esta vez, el cuerpo de un hombre apareció tendido bocarriba y con varios impactos de bala en la trocha conocida como La Playita, justo a unos metros de una base militar de la Guardia Nacional Bolivariana.
Aunque las autoridades colombianas se acercaron hasta el lugar para adelantar el levantamiento desistieron de la diligencia cuando confirmaron a través del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que el cuerpo quedó en territorio venezolano.
La Opinión pudo comprobar que varios militares venezolanos rondaban la ladera del río Táchira, al otro lado, cercano a la base.
La víctima tenía un tatuaje en el antebrazo izquierdo que se leía: Elyzza. Llevaba un bolso y una gorra.