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Judicial
Entregaron restos de once desaparecidos
Las familias de las víctimas cerraron su duelos de hasta 16 años.
Viernes, 14 de Agosto de 2015

Omaira Villamizar aún recuerda con dolor e impotencia el momento en que fue desaparecido su hermano, Libardo Villamizar Montañez, hace al menos 16 años.

La tragedia de su familia la desencadenó un grupo armado ilegal que opera en San Luis de Chucarima (Chitagá).

Ayer, tras recibir los restos óseos de su ser querido por parte de la Unidad de Justicia Transicional de la Fiscalía General de la Nación, la mujer, con un gesto de nostalgia, recordó la difícil situación que vivió con su familia a raíz de la violencia.

“Vivimos muchos momentos de incertidumbre, porque no sabíamos con certeza si estaba vivo, muerto, con hambre, con sueño o con frío; ahora ya podemos estar tranquilos porque le vamos a dar sepultura”, dijo Omaira.

Los Villamizar tuvieron que salir desplazados de su pueblo natal, por culpa de los violentos.

Otras diez familias recibieron a sus seres queridos en urnas, tras ser reconocidos luego del proceso de exhumación que adelantó la Fiscalía.

Entre las víctimas están Marcela Katherine Vera, May Yesid Ospina García, Álvaro Pinto Sajonero, Héctor Manuel Prado Avecedo, Luis Francisco Urbina Quintana, Nelson Guerrero Gutierrez, Pablo Emilio Chaparro, Sandra Constansa Espejo y William Velez Olguín.

Entre las víctimas hay dos menores de edad, de 16 y 17 años.

Las exhumaciones se practicaron en Tibú, La Gabarra, La Llana, Agualinda y en La Parada.

Jorge Luis Martínez, mientras cargaba los restos de su hermano Javier Martínez Contreras, quien desapareció hace al menos 15 años, rechazó la violencia que se vive en la región, y además, pidió a los responsables de la muerte de su hermano que se arrepientan.

“Que sean conscientes de que ellos también tienen padres, hijos y hermanos. Ruego a Dios para que nunca les vaya a pasar lo que le pasó a mi hermano”, sostuvo.

Además, fue sincero al manifestar que aún no ha podido perdonar.

“Que mi Dios los perdone; nosotros no podemos perdonar a quienes nos causaron este dolor”, enfatizó.

Óscar Contreras, fiscal del grupo de Exhumaciones de la Fiscalía de Justicia Transicional, explicó que luego de ubicar las fosas y de practicar las exhumaciones, los restos se envían a un laboratorio para lograr identificarlos a través de la genética.

Finalizó diciendo que esperan el apoyo de la fuerza pública para practicar más exhumaciones en la región.

 

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