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Judicial
Era su acólito el menor abusado, al parecer, por sacerdote en El Zulia
Un adolescente de 16 años, que mantenía su esperanza de convertirse en cura.
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Viernes, 2 de Agosto de 2019

Dolor por un sueño truncado, desesperación, zozobra y resignación. Esos son los sentimientos que rodean a una familia zuliana, luego de registrarse la violación de un adolescente, de 16 años, que mantenía su esperanza intacta en convertirse en cura.

Precisamente, el sacerdote José Alejo Gélvez Vega, párroco de la iglesia San Antonio de Padua de El Zulia y rector del colegio Marco Fidel Suárez de este mismo municipio, es el presunto responsable de este aberrante hecho sexual que ocurrió la noche del pasado sábado.

“Llegó (la víctima) en la madrugada del domingo, me tiró el rosario que siempre llevaba puesto y me dijo que ya no sería sacerdote, que ya no creía en nadie”, recordó una familiar del menor.

Desde ese momento, los parientes han tenido que controlar los gestos agresivos y desanimados del menor, que siente que arruinaron sus ilusiones.

“Ya no quiere estudiar ni salir a la calle, porque se deprime. Es un dolor grande, pero hay que seguir la vida”, dijo.

Según se conoció, el joven estuvo durante la noche del sábado en un evento religioso, aprovechando que pertenece a la iglesia como acólito. Sin embargo, promediando la medianoche intentó ingresar a su casa, sin lograr que sus papás escucharan los llamados en la puerta, por lo que decidió regresarse a la casa cural, donde estaba el padre Gélvez.

Al parecer, el sacerdote recibió al menor y en medio de la confianza, le dio a beber unas cervezas, presuntamente con el fin de embriagarlo y de esta manera cumplir sus propósitos.

El hecho

Un grito proveniente desde la casa cural alertó a un transeúnte.

El hombre asustado le informó a los policías de la estación que está ubicada a pocos metros de la casa cural, por lo que los uniformados arribaron al sitio, alumbraron hacia una habitación y vieron al menor pidiendo ayuda.

Los uniformados conocieron que cuando la víctima estaba en la cocina, el agresor empezó a acariciarle el cuello. Tras la insistencia del sacerdote, el joven quiso salir de la casa, pero el religioso lo haló y subió al segundo piso de la vivienda. Luego, lo obligó a entrar a una de las habitaciones, le bajó los pantalones y lo violó. 

Una vez los policías conocieron el hecho, ubicaron a la familia del adolescente y de inmediato lo trasladaron al hospital Erasmo Meoz, donde fue sometido a exámenes de rigor que evidenciaron la violación.

Por lo tanto, la Fiscalía, a través del Centro de Atención Integral a las Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), adelanta el proceso judicial en contra del religioso, a la espera de tramitar la orden de captura.

La voz de la iglesia

El obispo de la Diócesis de Cúcuta, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, lamentó el hecho en el que está involucrado el sacerdote Gélvez y aseguró que desde el momento en que se conoció el suceso, fue suspendido de su ejercicio ministerial “respetando el debido proceso ante la justicia tanto civil como canónica”.

“La iglesia sufre y rechaza profundamente cualquier tipo de conducta por parte de un ministro ordenado que atente contra la dignidad de las personas más vulnerables, en especial los menores de edad. Por tal motivo, defiende a los niños y vela para que sus espacios sean siempre seguros”, dijo Ochoa.

Asimismo, ofreció a la víctima un acompañamiento espiritual y sicológico para superar este hecho.

Según se conoció, Gélvez solicitó una licencia en el colegio, con el fin de ausentarse a cumplir sus labores como rector.

Al cierre de esta edición, la Policía intentaba ubicar al sacerdote, pero se desconoce su paradero.

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