Aunque la hija de Xiomalbara Charlotte Blanco Viera recibió el nuevo año sin la compañía de su mamá, jamás pensó en algo malo, porque ella acostumbraba a estar varios días fuera de su casa. 

Sin embargo, desde el 28 de diciembre del año pasado no tenían comunicación y sucedió lo inesperado. 

En la mañana de este miércoles, algunos contrabandistas que atravesaban la trocha Los Mangos en La Parada de Villa del Rosario se percataron del asesinato de la mujer venezolana, de 42 años.

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Blanco tenía un impacto de bala en la cabeza y además estaba amordazada, con posibles señales de tortura. Entre las personas que se percataron del hecho, estaba un adolescente, de 17 años, que se crió con la víctima y de inmediato le avisó por teléfono a la hermana de Blanco, en la capital de Venezuela.

Hasta la escena del crimen arribaron miembros de la Brigada Interinstitucional contra Homicidios (Brinho) para practicar la inspección y el levantamiento del cadáver, en medio de una zona boscosa en la frontera que comunica con San Antonio del estado Táchira de Venezuela.

Según se conoció, a las 3:00 de la madrugada se oyó un disparo en el sector, pero solo cuatro horas después, miembros del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) de la Policía Metropolitana de Cúcuta fueron alertados por una persona de la muerte de Blanco.

Aunque inicialmente se presumió que el cadáver fue traído desde el territorio vecino y arrojado en suelo colombiano, las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer si  el caso ocurrió en dicha trocha colombiana. Para ello, analizan los rastros de sangre dejados en el área, así como el charco debajo del cuerpo de la mujer. 

Los investigadores judiciales no hallaron vainillas en la escena.

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Los últimos ocho meses

La hija de Blanco recordó, mientras adelantaba los trámites para reclamar el cadáver de su mamá, que la mujer decidió buscar un mejor futuro en la frontera con Colombia, desde hace ocho meses, cuando partió de Caracas.

Xiomalbara vivía en San Antonio y se dedicaba a vender mercancía de contrabando.

Blanco le pidió hace un mes a su hija que arribara a San Antonio, donde abrió un negocio de venta de comida rápida y pasteles para que consiguiera su sustento.

Sin embargo, la víctima compartió pocos días con su hija y posteriormente ‘desapareció’.

Por ahora, las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles de este nuevo crimen.