Una amenaza posterior a una discusión, es la única pista que tienen las autoridades sobre el homicida de Alberto Guillermo Savarese Carrillo.

El hecho ocurrió el domingo 4 de octubre, en un canal de aguas lluvias ubicado en la Autopista Internacional, en la esquina de la calle 19 del barrio La Esperanza, en Villa del Rosario.

El cadáver del hombre de origen italiano presentaba una herida en el cuello y tres más en el pecho, y junto a él estaba el pico de una botella de cerveza con el que, presuntamente, lo habrían atacado.

“Él se la pasaba por esta cuadra. Toda la vida vivió por acá. Nunca le hizo daño a nadie ni maltrató a ninguno. Trabajaba por lo suyo, pero a veces pedía comida”, contó una vecina del sector.

Chuchín, como le decían, era conocido en Lomitas, porque vivió gran parte de su vida en Campo Verde, la urbanización detrás de este barrio, donde tuvo casa hasta inicios de los años 90.

Según contaron los que lo conocían, Savarese era de padre de origen italiano y, por eso, su primer apellido. Pero luego de que los papás murieron, Chuchín se dedicó a arreglar neveras.  

Entre los recuerdos de los habitantes de esta zona permanecerán las imágenes de Savarese fumando cigarrillo constantemente, mientras pasaba la vida pensando en sus deudas.

“Nos dicen que debía mucho dinero y se fue deshaciendo de su casa. Primero vendió un lado y luego otro, hasta que quedó en la calle. Dormía en el salón comunal, en la iglesia del Divino Niño o a veces en el porche de una tapicería”, contó una vecina.

Además de eso, Alberto Savarese empezó a tener problemas mentales y no era concordante en lo que decía.