Tristeza y un profundo dolor. Eso reflejaban los rostros de los familiares de José Gregorio Pino Pushaina, de 30 años. El hombre fue asesinado por dos sujetos que llegaron de un momento a otro, desenfundaron sus armas y lo atacaron a balazos.

El hecho violento ocurrió a las 6 de la tarde del lunes, en un rancho de tablas de la vereda Vigilancia, del corregimiento de Banco de Arena (zona rural de Cúcuta) que limita con La Fría (Venezuela).

Según se pudo conocer, minutos antes Pino salió de su casa a un taller de mecánica y mientras arreglaba una moto llegaron los asesinos.

“Los hombres preguntaron por el mecánico y él respondió que no era, que solo arreglaba su propia moto. Pero, la reacción de uno de los hombres fue lanzarle un cachazo y aunque se paró de inmediato y alcanzó a reclamarle a los hombres le metieron muchos tiros. Eran ráfagas y ráfagas”, dijo un familiar.

Su cuerpo quedó desplomado en la arena junto a la moto que arreglaba.

Más sobre la víctima

Pino era padre de un bebé de año y seis meses. Sus familiares aseguraron que actualmente trabajaba raspando coca.

“No entiendo nada. Él nunca me habló de problemas. No sé si se calló para no preocuparme o realmente no le pasaba nada”, dijo una familiar.

Sobre la actividad laboral que ejercía Pino, su familia cree que esto pudo acarrearle problemas.

“La gente tiene miedo. Allá la mayoría vive de raspar y ver que ya van tres muertes por lo mismo, es mucho es temor”, añadió la familiar.

Vigilancia es una zona controlada por el grupo armado Los Rastrojos y también por guerrilleros del Eln, que se disputan el paso ilegal al vecino país.

Las otras muertes

Digno Emérito Buendía Martínez, de 44 años, murió el lunes 18 de mayo a manos de un soldado del Ejército. Todo se presentó luego de una discusión entre los campesinos dedicados a raspar la coca. En el hecho, resultaron tres hombres más heridos.

El miércoles 27 de mayo, cuando Wilson Serrano Gómez, estaba en compañía de otros raspachines fueron abordados por hombres de negro que les advirtieron que en esa zona no debían estar. Serrano murió luego de no poder esquivar el ataque a bala.

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Al otro día, cuando una comisión de la Policía fue a verificar el sitio del asesinato de Serrano, luego de pasar varios cultivos de coca, cayeron en un campo minado. El hecho dejó a dos policías muertos y otro gravemente herido.