Continúan los homicidios en la zona rural de Cúcuta y Puerto Santander. El control de las trochas fronterizas con Venezuela, para el cobro de ‘vacunas’ por el contrabando, narcotráfico y el paso de migrantes vuelve a dejar víctimas.
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Durante el primer semestre de este año, los asesinatos se habían reducido y la tensión en este sector comenzó a bajar, pero en el último mes la situación volvió a ponerse crítica y poco a poco ha retornado el rastro de muerte, dolor y sangre.
En menos de 96 horas, dos personas fueron asesinadas. El primer hecho mortal se dio el martes, hacia las 11:30 de la noche, en el barrio El Carmen, de Puerto Santander, siendo baleado Miguel Alexander Franco Gutiérrez.
Varios hombres fuertemente armados, que esperaban que la víctima regresara a su vivienda, al verla le dispararon en repetidas oportunidades con los fusiles que tenían en su poder.
El segundo suceso de sangre ocurrió el jueves en la noche, en una trocha de la vereda Vegas del Pamplonita, entre el corregimiento Guaramito y Puerto Santander, muy cerca del río Grita.
En este lugar apareció baleado un hombre que vestía camiseta blanca, pantalón azul y botas negras, quien no pudo ser identificado plenamente.
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Precisamente, en esos dos recientes hechos, ninguna autoridad pudo trasladarse a hacer la inspección técnica a cadáver, pues alegan cuestiones de seguridad por los constantes enfrentamientos que habría entre Eln y gaitanistas, por eso una funeraria de la zona rural se encargó de recoger los cadáveres y traerlos a Medicina Legal en el casco urbano de Cúcuta.
La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno) se encargó de hacer las diligencias judiciales y sacarles huellas a las víctimas para identificarlas plenamente.
Un doble crimen
El pasado sábado, en la noche, en el corregimiento Buena Esperanza se dio un doble homicidio. Las víctimas fueron Luis Eduardo Vega García y José Gregorio Jaimes Sandoval, de 34 y 39 años, respectivamente.
Se conoció que los dos hombres se movilizaban en una motocicleta, cuando fueron interceptados por un grupo de personas armadas, quienes luego de bajarlos, los asesinaron e incineraron el vehículo.
De acuerdo a la información que se conoció de forma extraoficial, los responsables del hecho de sangre serían integrantes del Eln, y aunque los móviles todavía son materia de investigación, se conoció que días antes de la acción violenta, este grupo armado ilegal tuvo un enfrentamiento contra las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc).
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