Mientras Alexander Escamilla Sanguino, de 33 años, deambulaba tranquilamente por las calles de Cúcuta, los investigadores judiciales de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) le seguían el rastro de manera sigilosa para establecer su presunta responsabilidad en un crimen que ocurrió en medio de un atraco.

La historia mortal se remonta al pasado 30 de marzo, cuando presuntamente Escamilla llegó en compañía de su cómplice a robar en una tienda, ubicada en la manzana 2 lote 8, del barrio Gerónimo Uribe.

Según se conoció, eran las 7:10 de la noche, cuando los dos asaltantes intimidaron a Nelson Fuentes Abandaño, para robarle el producido del día, lo que desencadenó un forcejeo con la víctima, que finalmente fue atacada a bala.

Fuentes tuvo que ser trasladado a un centro asistencial, pero a pesar de los esfuerzos de los médicos, finalmente murió.

Según se conoció, el tendero era papá de una patrullera de la Policía que trabaja en Cartagena.

Los investigadores que adelantaron las pesquisas en la escena del crimen hallaron tres cámaras de seguridad instaladas alrededor del lugar, por lo que, poco a poco, fueron analizando los videos para identificar y judicializar a los responsables del homicidio.

De esta manera, la Brinho se percató de que, presuntamente, Escamilla participó en el hecho, por lo que tramitaron una orden de captura por los delitos de homicidio, porte ilegal de armas y hurto calificado y agravado, que expidió el Juzgado Primero Penal Municipal de Los Patios.

En medio de patrullajes de registro y control, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta capturaron el viernes a Escamilla, oriundo de Bucarasica, en la manzana A, del barrio Manuel Beltrán.

El detenido era presentado este sábado en audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, a la espera de que un juez decida si debe ir a la cárcel a responder por los delitos mencionados.