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¿Qué signo es en el horóscopo chino?
Este primero de febrero comienza el Año Nuevo del tigre.
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Colprensa
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Martes, 1 de Febrero de 2022

La segunda Luna Nueva, después del solsticio de invierno, es la fecha en que cada año los chinos y habitantes de otros países asiáticos como Singapur, Filipinas, Indonesia y Corea del Sur celebran su Año Nuevo.

Lo que para nosotros es el 1 de enero, para ellos es hoy primero de febrero, y además de que las casas relucen con su limpieza, las familias se vuelven a encontrar, todos se visten de rojo. Es el Año Nuevo del tigre.

Desde la astrología china

Para los chinos no hay horóscopo de aries, tauro, cáncer o géminis, lo hay para la rata, el buey, el tigre o el caballo. También son 12 signos y en esa cultura cada persona tiene claro cuál es su animal representativo, que se da por el año de nacimiento.

A su vez cada animal tiene un elemento de la naturaleza que lo acompaña y que se da por el último dígito del año de nacimiento: metal 0 y 1, agua 2 y 3, madera 4 y 5, fuego 6 y 7 y tierra 8 y 9. Este 2022 es el año del tigre de agua.

Para ellos esto es muy importante, por eso verán, además del representativo color rojo, figuras de tigre en la decoración de sus casas. La experta argentina Ludovica Squirru Dari, autora del libro Horóscopo Chino 2022 (Penguin Random House), dice que este será un año para resolver conflictos añejos. “A los tigres de agua no les gusta dejar nada sin atender, siempre están activos y con prisa”, y añade que “este es el año en que debemos hacernos responsables de los seres vulnerables de manera propia, y después de forma colectiva, porque estamos en un punto sin retorno”.

La astróloga antioqueña Tavata (@tavatanet en Instagram) asegura que será un año de retos importantes y en el que se debe prestar atención a las comunicaciones y las relaciones. “El tigre es un animal salvaje, impulsivo”, y la argentina lo reafirma así: “El tigre sacará garras, colmillos, estrategias de lucha para defender con la comunidad, la sociedad civil, cuerpo a cuerpo, el derecho a la subsistencia de cada familia, de amigos, de gente que, diezmada por el cambio climático, las guerras, las violaciones a los derechos humanos, llegará a lugares −que ya no tendrán límites territoriales− a iniciar una nueva vida”.

El tigre trae un mensaje a los demás animales: “Será un año bueno para el gallo, cerdo, conejo y caballo, menos favorable para mono, serpiente, dragón y rata, y neutro para perro, buey, tigre y cabra”.

Celebración aplazada

Es tan grande esta festividad que “son más o menos unos 300 millones de trabajadores que están en ciudades grandes los que regresan a sus sitios de origen, lo que es conocido como la mayor migración interna de todo el planeta”, explica Catherine Márquez Marín, directora del Instituto Confucio en Medellín.

En 2020 (año de la rata) se pararon las grandes celebraciones en Pekín y otras ciudades principales por la amenaza del virus que aún no era declarado pandemia. En 2021, para (del Buey), la migración se vio frenada por el covid-19 y no hubo festejos multitudinarios para evitar contagios.

Para este año, “desde diciembre y enero se ha visto un esfuerzo muy grande por parte del gobierno chino y los locales para evitar a toda costa la propagación del virus y en especial de la variante ómi-cron”, precisa Márquez.

Lea: OMS indica que la subvariante de ómicrón podría ser un poco más transmisible

La directora, que ha vivido de cerca estas festividades, cuenta cómo la política de cero COVID-19 ha sido un reto para un país de mil cuatrocientos millones de habitantes, “eso supone unos confinamientos obligatorios de barrios, de áreas residenciales e incluso de ciudades”.

Pese a que Tianjin ya declaró “una victoria completa” contra el brote la semana pasada tras confinamientos selectivos y campañas masivas de pruebas PCR, otros lugares como la provincia oriental de Zhejiang o la nororiental de Heilongjiang han visto su número de casos crecer en las últimas horas, según las agencias de noticias chinas.

Autoridades locales han animado a los residentes a pasar la fiesta en su lugar habitual de residencia (a no viajar) y ciudades como Shenzhen, Hangzhou o Tianjin han cancelado eventos tradicionales como ferias y reuniones en templos. Las restricciones se extienden al interior de las casas: en Shanghái se ha pedido que las reuniones familiares en los hogares no superen los diez asistentes.

La también llamada Fiesta de la Primavera es un acontecimiento muy importante para los chinos y algunos viajarán con lo que ello implica: cambiantes regulaciones de entrada de las diferentes provincias y ciudades, varias de las cuales exigen pruebas de ácido nucleico negativas a la llegada y restringen el acceso a aquellos que hayan pasado por zonas consideradas de riesgo.

“Después de tanto tiempo sin ver a la familia ha crecido mucho la nostalgia”, dice Márquez. Lo más importante para los que viajan es llegar a sus casas, abrazarse con sus familiares –después de tanto tiempo sin verse– y decirse: “Que el tigre de agua te traiga gran prosperidad este año”.

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