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Memorias
El IV Congreso Nacional de Mejoras Públicas
La organización fundada el 19 de marzo de 1893 tenía por objetivo dedicarse a las actividades de desarrollo sostenible.
Viernes, 25 de Diciembre de 2020

Las Sociedades de Mejoras Públicas en Colombia, fueron en el pasado el verdadero motor de desarrollo de las ciudades, pero especialmente de las principales poblaciones de provincia, que durante buena parte del siglo XX, ante la escasez de recursos supieron aprovecharlos y canalizar sus actuaciones de la manera más eficiente y en beneficio de la comunidad, sin intervención de los malhadados intereses que hoy se manifiestan sin pudor ni descaro. 

La Sociedad de Mejoras Públicas de Cúcuta que había sido fundada el 19 de marzo de 1893, coincidiendo con la fecha de nuestro Santo Patrono, tenía por objetivo dedicarse a las actividades que hoy llamamos de desarrollo sostenible, pero que para entonces se trataba del ornato, el embellecimiento y la buena presentación de la ciudad, tal como fuera reseñada en anteriores crónicas, entre otras, como la remodelación del parque Mercedes Ábrego, la construcción del aeropuerto de Lansa en San Luis, el Paseo de la Circunvalación o la construcción del Jardín Amelia, obra esta última eliminada de un plumazo por la Alcaldía en clara contravención de lo establecido en su escritura de cesión.

Para comienzos del siglo pasado, las distintas Sociedades del país habían conformado la Federación Colombiana de Sociedades de Mejoras Públicas, siendo la de Cúcuta una de sus fundadoras.

El primer Congreso Nacional de estas sociedades se hizo en la capital del país, por convocatoria que hiciera el Presidente de la República, Carlos E. Restrepo, en 1912. Después de esta primera reunión, las Sociedades de Mejoras fueron consolidándose hasta adquirir cierto poder que les permitía ejercer presiones sobre los gobernantes, para que sus decisiones no afectaran o por lo menos, no frenaran el desarrollo de sus ciudades. En Cúcuta, le cupo el honor de ser los fundadores a los señores Rafael Barroso Mendoza, Francisco Azuero, Manuel Antonio Rueda, Teófilo Fernández, Félix María Hernández y el general Leonardo Canal.

Por la seriedad con que se manejaban los recursos, se tomaban las decisiones y se escogían a sus integrantes, a la SMP de Cúcuta le cupo la distinción de ser seleccionada para realizar el Cuarto Congreso Nacional de Sociedad de Mejoras Públicas, en una época en que desarrollar este tipo de actividades constituía una verdadera odisea. Así fue como el 4 de diciembre de 1940, en el Salón Amarillo de la Gobernación, el gobernador Darío Hernández Bautista procedió a su instalación, en presencia de sus secretarios, de los miembros del Cabildo y de la misma SMP local, así como de los distinguidos integrantes de las demás sociedades invitadas.

En la sesión inaugural, que revistió especial solemnidad, fueron aclamados los dignatarios que presidirían el Congreso así: Presidente, Ricardo Olano delegado por Medellín; se propuso como primer vicepresidente al doctor Luis Alejandro Bustos, quien declinó en favor del presbítero Camilo Villegas, delegado por Cartagena; segundo vicepresidente el delegado por Pasto, Rafael Erazo y como secretario, don Guillermo Eslava. A continuación, el gobernador ofreció una copa de champaña en el Club del Comercio amenizada por la Orquesta Sinfónica de la Escuela de Música.

En la primera sesión, después de aprobadas las proposiciones de aclamación de los conductores del Congreso y del reconocimiento al Presidente de la República, al Gobernador del departamento y a la SMP de Cúcuta, se aprobó por unanimidad la solicitud de cumplimiento de la Ley 16 de ese año, según  la cual se rendía homenaje de gratitud a don Rudesindo Soto y a su esposa Amelia Meoz. La mencionada ley fue leída previamente y como conclusión se aprobó una Resolución del Congreso en estos términos:”… 1. Recomendar a la imitación de todos los colombianos los nobilísimos ejemplos de civismo dados por los esposos Soto-Meoz. 2. Declarar miembros honorarios de todas las Sociedades de Mejoras Públicas del país aquí representadas, rogando a las que no lo están se dignen a la vez acompañarnos en este acto de justicia. Transcríbase en nota de estilo a los esposos Soto-Meoz, nota que será puesta en manos de los ilustres filántropos por una comisión designada por la presidencia”.

El IV Congreso desarrolló sus sesiones en el recinto de la Asamblea de Norte de Santander entre el 6 y el 9 de diciembre, días en los que se discutieron importantes propuestas, entre las cuales se destacan las siguientes, siendo la más importante aquella presentada por el R.P. Daniel Jordán en la que propone la unificación y reglamentación de todas las SMP del país. En la sustentación, propone que sea declarada como la obra principal de ese Congreso, para lo cual solicita sea nombrada una comisión que “recoja las indicaciones que las diversas delegaciones tengan a bien dejar y que consulte la reglamentación con las demás Sociedades establecidas en el país y sea presentada para su aprobación en el próximo Congreso Nacional”.

Varios reparos son presentados y discutidos, incluso algunas otras sustitutivas y complementarias, todas ellas fueron debatidas y finalmente retiradas para ser sometida a consideración de los asistentes quienes aprobaron por unanimidad la proposición. Dos proyectos presentados por las delegaciones de los Santanderes fueron sometidos 
a consideración: el primero, la erección de un monumento al soldado desconocido  en el campo de Palonegro en Santander al que se le aclamaría como el “Jardín del Heroísmo Colombiano”, y el segundo, una solicitud al Ejecutivo Nacional para que se apropie la partida presupuestal indispensable para la construcción del Edificio Nacional en el terminal de la carretera Cúcuta – San Antonio, sobre la ribera colombiana del río Táchira. Cerrada la discusión, ambos proyectos fueron aprobados por unanimidad.

Aprovechando que las sesiones de este Congreso se hacían en Cúcuta, la SMP de Pamplona, de reciente creación, solicitó mediante proposición, que para su primer acto cívico, a celebrarse el domingo 8 de diciembre, los participantes se trasladaran a esa población, propuesta aprobada sin objeciones.

La última propuesta presentada y aprobada fue una nota de reconocimiento póstuma a la memoria del señor Martín Restrepo Mejía, miembro de la SMP de Cali, quien había sido uno de los delegados más destacados en el pasado Congreso Nacional, reunido en Medellín, en 1934.

Gerardo Raynaud D. | gerard.raynaud@gmail.com

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