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Hay que reconocer que sus críticas no eran todas negativas. 
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Viernes, 28 de Junio de 2019

En esta crónica vamos a darle la oportunidad a nuestro columnista ‘Domador’, de exhibir sus puntos de vista y opiniones sobre el ejercicio de la política que llevaban a cabo, quienes ejercían cargos públicos en la región y algunas de sus ‘puyas’ al gobierno nacional, en esos momentos en manos del partido Liberal. Por este motivo, apreciaremos algunos de sus comentarios relativos a las elecciones de 1947, en las que se presentó el cambio de gobierno, dando fin a la que en ese entonces se llamó “la República Liberal”. 

Hay que reconocer que sus críticas no eran todas negativas. Cuando era necesario mostrarse de acuerdo o darle la razón a quien la merecía, lo hacía como lo que escribió en la columna que se presenta a continuación. En ésta muestra descarnadamente su posición e ideología, e inclina la balanza de sus prioridades políticas a favor de sus correligionarios, sin mostrar evidencias que sustenten sus propuestas, salvo las propias de su afinidad política, aunque válidas en esos años donde la confrontación partidista era ‘pan de cada día’; veamos lo que escribía:  “…dentro de la sencillez de esta líneas, que afortunadamente han tenido buena acogida, vamos a emitir nuestros conceptos sobre dos prestantes políticos del departamento. Se trata de los doctores Lucio Pabón Núñez y Manuel Guzmán Prada. Nadie puede negar el prestigio indiscutible del doctor Pabón Núñez, cuyas labores en la vida parlamentaria tienen una conciencia popular por el acierto de ellas. Del doctor Guzmán Prada, se puede decir que es la voluntad siempre dispuesta a servir la causa, pues cuando nuestros copartidarios de los pueblos se encuentran abandonados, hallan en el brioso paladín, siempre los propósitos de servirles. Son dos jefes auténticos de nuestra colectividad. Son dos hombres al servicio de la causa, dos inteligencias consagradas, dos capacidades. Ante este hecho irrefutable, nosotros opinamos y así lo vamos a sostener, que si existe la tesis de reconocer los esfuerzos y sacrificios de los verdaderos dirigentes de la causa, en Pabón Núñez y Guzmán Prada, es aplicable  porque ellos no han cesado en el servicio a nuestro partido. Concretamos la opinión. Pedimos y de ello hay conciencia en el electorado de que la plancha de candidatos las Senado de la República debe encabezarse con el nombre de Lucio Pabón Núñez. Igualmente pedimos porque los pueblos así lo solicitan que la plancha oficial de candidatos a la Cámara, vaya encabezada con el nombre de Manuel Guzmán Prada. Esta opinión, es la opinión, el sentimiento y las aspiraciones del electorado que ve en estos conductores a sus honrosos representantes para bien de la causa y de la Patria”.

Defendía no solamente su ideología conservadora, pues unida a ella estaba vinculada inexorablemente la religión católica, en aquellos días bastante ‘aporreada’ por las decisiones que habían sido tomadas en los consecutivos gobiernos liberales que asumieron las riendas de la nación desde 1930 y que para el partido conservador, constituía un grave precedente y un significativo retroceso en las relaciones con el Estado. Ante las consecuencias que presagiaban las medidas gubernamentales del partido de gobierno y el inevitable auge que durante esos años tomaba el partido comunista en Colombia escribió lo siguiente: “…trabajando como viene trabajando el comunismo en nuestro país, mediante el rótulo apócrifo de social demócrata, corresponde a todos los seres humanos que conocen historia y las consecuencias destructoras para la civilización, seguir la conducta de esta plaga que vuelve a revolotear en todas las etapas de la vida nacional con caracteres de peligrosidad social para la estabilidad de la república. Durante el régimen liberal se le permitió al comunismo, el goce de muchos haberes dentro de la vida del Estado colombiano, se le crearon alas y se familiarizó el partido de Herrera y de Uribe Uribe, con el programa del ‘Oso’ moscovita, hasta el extremo de abusar al tratar como trataron al presidente de la república liberal de camarada. Peo los tiempos han cambiado o deben cambiar. Hoy en Colombia manda o rige sus destinos un ciudadano católico, no contagiado con esa enfermedad perniciosa que le llama comunismo, la cual hay que acabar, aplicando la ley, fustigando sus movimientos o agitaciones, porque el sentimiento de los colombianos es la concordia y no la agitación para vivir la vida auspiciada por la prosperidad y el trabajo”. 

También se dedicaba, en las oportunidades que debía, a fustigar las actuaciones de los gobernantes, fueran estos del ejecutivo o el legislativo. Estaba atento a las presentaciones públicas de los funcionarios, para criticarlos o para alabarlos, según los resultados de sus declaraciones. Consecuencia de  una rendición de cuentas del Tesorero del municipio escribió la siguiente nota: ”…por el informe rendido por el señor Tesorero Municipal al Concejo, deducimos que el ’Centavo municipal’ creado desde 1942 hasta el 30 de junio de 1946, es una admirable renta que hasta la fecha de escribir nuestro comentario ha tenido recaudos en ascenso. Si esta renta es progresiva, también despierta la atención a la opinión pública, conocer detalladamente en qué se viene invirtiendo, pues alrededor de ella se abren interrogantes que tienen intrigado al pueblo. De esta renta, desde su creación, se fijó un 5% para el lucimiento de las calles de San Luis, pero entendemos que el corregimiento no ha recibido sino una pequeña suma para los fines indicados. La renta del ‘Centavo Municipal’ tiene destinación especial, pero por ningún lado se ve la reproducción de ella en beneficio de nuestras calles. Vale la pena que como así se recibe el ‘Centavo Municipal’ también la Secretaría de Obras Públicas, en sus informes que rinde, use de gentileza para el público y detalle la inversión de tan importante renta”.

Y una observación positiva por una medida tomada por la alcaldía de Jorge Hernández Marcucci. El decreto 392 de octubre de 1946 en el que se reglamentaron algunas normas de Tránsito en la ciudad: “…el decreto mencionado ha tenido la acogida unánime de los choferes conscientes. Claro, no nos apartamos  que hayan cierta voces aisladas que manifiesten su contrariedad, por cuanto ellas no alcanzan a darse cuenta de los grandes beneficios… como la declaratoria de calles como vías dobles, cómo deben estacionarse los vehículos y otros requisitos  para garantizar  la vida y bienes de los pasajeros. Dentro de las normas de caballerosidad periodística presentamos nuestras felicitaciones al señor alcalde y al Inspector de Tránsito por tan admirables medidas.

Gerardo Raynaud D. - gerard.raynaud@gmail.com

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