La Corte Suprema de Brasil dio un vuelco radical a las normas de encarcelamiento en el país, en una decisión que llevó a los abogados del expresidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva a pedir su “liberación inmediata”.
ZEl STF decidió por 6 votos a 5 que las penas de prisión no pueden empezar a ejecutarse antes de agotar todos los recursos legales, modificando la jurisprudencia que determinaba el inicio del cumplimiento de penas a partir de una condena en segunda instancia.
Lula, de 74 años, empezó a purgar en abril de 2018 una pena de 8 años y 10 meses de cárcel, por corrupción y lavado de dinero.
El cambio de jurisprudencia debe llevar a las cortes a examinar la situación de 4.895 personas, entre ellas Lula.
“Sueltan a bandidos y desarman al ciudadano. Pobre del brasileño”, escribió en Twitter el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro, en referencia a las resistencias del Congreso a flexibilizar la tenencia y el porte de armas de fuego.
La presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, celebró en cambio el fallo: “el STF reconoció que el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula fue detenido ilegalmente. La crueldad termina aquí. Seguiremos luchando por la justicia, que es la anulación de la sentencia”, escribió.