La iniciativa busca reafirmar el compromiso del municipio con la inclusión.
El gobierno local a través de la Secretaría de Desarrollo Humano se sumó a la conmemoración del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia con una actividad en el parque principal 29 de mayo.
Bajo el nombre de “Manos de Colores” se invitó a la comunidad a plasmar sus huellas en un telón blanco con los matices de la bandera LGBTIQ+.
La iniciativa busca reafirmar el compromiso del municipio con la inclusión y la igualdad, indicaron los organizadores del evento.
La actividad finalizó con una velatón en honor a las personas que han sido víctimas de violencia y discriminación.
Érika Caselles, integrante del Comité Municipal LGBTIQ+, manifestó que esos espacios son muy importantes, ya que entre más visibilidad se genera una mirada diferente de toda la población.
“Todos estamos en igualdad de derechos y merecemos respeto”, indicó la activista.
Mujer de armas tomar
Por los pasillos de la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, se puede ver a la estudiante de Comunicación Social Érika Yuliza Caselles Sánchez, madre y destacada defensora de los derechos humanos.
Con 25 años, es reconocida lideresa, quien ha emprendido uno de los trabajos más complejos: representar y orientar a la comunidad para la defensa de la vida, el territorio y los derechos humanos.
Enfrentar su sexualidad y todo lo que conlleva en lo personal, familiar y social, fue un momento retador para Érika, pero decidió tomar esta decisión como un motor para ayudar a personas que pasan por su misma situación, y es así como nace: ‘Rostros visibles’, una organización, sin ánimo de lucro, que defiende y lucha por el respeto de los derechos humanos y el fortalecimiento de los procesos de construcción de ciudadanías incluyentes y democráticas, que reconozcan y respeten la diversidad sexual y de género.
Un estigma sobre los hombros
Desde el inicio, los integrantes de la organización han tenido que enfrentar diferentes formas de estigmatización y amenazas como una forma de deslegitimar a la organización y su labor en el territorio.
En algunas oportunidades, se ha enfrentado a diferentes formas de violencia basada en género, principalmente representada en el prejuicio.
Las violencias han sido ejercidas por distintos sectores de la sociedad. De esas agresiones han hecho parte incluso los mismos familiares.