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Ocaña
Mensajeros de la paz cuentan sus sueños
Son menores desplazados por la violencia en varias zonas del Catatumbo.
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Lunes, 26 de Junio de 2017

Alfreddy, Yordy, Willington y David han vivido la guerra y los coletazos de décadas de conflicto en el país. Ellos, pertenecen a familias desplazadas del Catatumbo y en el asentamiento Brisas del Polaco de Ocaña sueñan con un mejor futuro.

En medio de su inocencia, los menores dibujan con creatividad un mundo diferente y comparten con los adultos sus experiencias de vida.

La estrategia, hace parte de talleres para la transformación social que se están dictando en la Provincia, liderados por la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, el punto de atención a víctimas, la Universidad Francisco de Paula Santander y la Secretaría de Gobierno de Ocaña.

El enlace de víctimas, Jéssica Marcela Ibáñez, dijo que por medio de los talleres se logró conocer la perspectiva de los niños sobre la violencia y cómo ha afectado a las familias colombianas.

El objetivo es que esos episodios no se vuelvan a repetir y según José Alfreddy Galvis Torres, presidente de la Asociación de Desplazados de la provincia de Ocaña, el revivir esos hechos les ayuda a convivir con el pasado pero pensando siempre en tejer nuevas oportunidades de vida.

Alfreddy, de 7 años, le dice a su padre: “Pa..., los malos disparan y matan a la gente buena. Nosotros los niños debemos defender a nuestra familia”.

El niño, sueña con ser odontólogo para arreglar la dentadura de los niños que como él vienen del campo. Su hermano Yordy quiere ser mecánico para reparar ciclas, motocicletas y carros y ponerlos al servicio de la sociedad. “Los niños no deben ir a la guerra, nacimos para vivir en paz”, aseguró el pequeño.

El hermano mayor, Willington, quiere ser abogado para defender los derechos de las víctimas.

En los talleres, cada niño da a conocer sus sueños y por medio de lúdicas se les inculca que para alcanzarlos se debe luchar por esas metas y fomentar la convivencia pacífica.

“Ante la coyuntura del país los niños se convierten en pequeños mensajeros de paz y en ejemplos dignos de imitar”, dijo Ibáñez.

El coordinador del observatorio laboral de la Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad Francisco de Paulas Santander de Ocaña, Carlo Fernando Devera Pérez, manifestó que se está trabajando con 27 niños en los talleres de convivencia donde ellos expresan sus inquietudes y la manera como pueden transformar el mundo.

“Es una semilla que germina y debe crecer con el apoyo de la academia”, recalcó Devera.

Los menores, según el académico, hacen un análisis de su entorno y de las conductas que no deben repetirse. “Los niños tienen sueños y las familias son pilares para que los construyan”.

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