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Ocaña
Ocañeros lloran por su cebolla
El cultivo, antes, les generaba trabajo directo a por lo menos seis mil familias de los que sembraban.
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Domingo, 25 de Febrero de 2018

Un plan encaminado a salvaguardar el cultivo de la cebolla fue propuesto por los agricultores de Ocaña, para que se aplique a nivel nacional.

Esta iniciativa se presentó a través de la Asociación de Municipios del Catatumbo, Provincia de Ocaña y Sur del César (Asomuncipios), en el ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural 

Los cultivadores pidieron protección al empleo rural para garantizar la calidad de vida de las familias campesinas.

“Para nadie es un secreto que Ocaña siempre ha sido conocida como la zona con mayor producción de cebolla roja en Colombia”, dijo el director ejecutivo de Asomunicipios, Emiro Cañizares Plata.

Agregó que, infortunadamente, con el ingreso de cebolla peruana en grandes cantidades se han disminuido los ingresos de los campesinos.

Expertos indican que la región alcanzó a tener casi 5 mil hectáreas de cebolla sembradas en dos cosechas al año, antes que la crisis afectara significativamente los precios y la productividad.

“Cada vez que supera los 200 mil pesos la carga de 125 kilos, ingresan una o dos tractomulas con cebolla del sur del país”, afirmó Cañizares.

Inicialmente, ingresaban a Ocaña, y ahora, se extendió el mercado a Cartagena, Barranquilla, Santa Martha, Sincelejo, Valledupar y Riohacha”, recalcó.

Aseguró que muchas de las familias que viven de ese cultivo están en crisis, especialmente en las zonas planas de Ábrego, La Playa y Ocaña. 

“Hoy, los cultivos están ubicados en las zonas más altas, porque los cambios climáticos han obligado a variar las costumbres para obtener rendimientos por hectáreas”, explicó el funcionario.

Ahora, los campesinos han tenido que aprender a sembrar cebolla roja camareja, la que más se parece a la ocañera, de una región de Perú.

El cultivo, antes, les generaba trabajo directo a por lo menos seis mil familias de los que sembraban, sin contar obreros, transportadores, comerciantes y trabajadores del mercado público en el proceso de clasificación, empaque y carga de los camiones.

“Es necesario que no se importen los alimentos que se cultivan acá”, expuso Cañizares. “Cuando haya producción nacional, que no se importe el alimento. Esto es un tema de voluntad política, no es imposible”, concluyó el dirigente cívico y gremial.

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