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Pamplona
Cultivadores de papa de Chitagá se declaran en la quiebra
Factores como altos costos de insumos y créditos bancarios, les han perjudicado.
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Martes, 1 de Agosto de 2017

Las importaciones, los altos costos de insumos y los créditos bancarios, tienen quebrados a los cultivadores de papa de Chitagá. 

En los últimos años han tenido que sobrevivir vendiendo animales de cría, para responder con los compromisos financieros a los cuales recurren para poder cultivar el tubérculo.

Actualmente en el corregimiento Presidente la mayoría de sus habitantes se dedican a este renglón de la agricultura. Por estar ubicados en el páramo Armorzadero y por las condiciones climáticas se resisten a cambiar de actividad.

El cultivador y delegado de la Junta de Acción Comunal de Presidente, Walter Rangel Villamizar, quien tiene la parcela más arriba del corregimiento, en la vía al Cerrito (Santander), asegura que así cómo va la situación, el cultivo de papa tiene los días contados.

Según él, esto se debe a las importaciones que hace el Gobierno Nacional y que inciden en la baja de los precios en los centros de abastos de la región.

“Son varios años que estamos sufriendo por los precios y no se justifica tanta inversión. Los campesinos estamos trabajando a pérdidas”, expresó.

En este sentido puso como ejemplo que una carga (dos bultos), se vende en 20.000 pesos. Estos precios son para las variedades de papa única y suprema. La pastusa o superior se mantiene entre 20.000 y 30.000 pesos, la carga.

La inversión

Para Rangel poder cosechar una carga de papa implica invertir 18.000 pesos y cuando se va a vender solo le dan 20.000 pesos. Es decir, solo gana 1.000 pesos por bulto.

A ello hay que sumarle los costos que representa arrancarla (1.500 pesos por carga), transportarla en animales hasta la vía (2.000 pesos por carga), el valor del costal o saco (1.500 pesos), más el flete para llevarla a Cúcuta (7.000 pesos por carga).

A todo esto hay que agregarle previamente los costos que implica el mantenimiento de los cultivos, mano de obra, abonos y químicos. 

“En el centro de abastos queda uno a merced de los precios que impongan los comisionistas que son los que al final de la cadena productiva salen ganado con nuestro trabajo”, indicó.

En cuanto a los créditos que tienen con las entidades bancarias, manifestó que por los bajos precios no tienen con qué responder, por lo que recurren a la venta de reses, ovejas o caballos de carga.

El banco le presta a cada productor por hectárea de papa hasta 7 millones de pesos.

“Así como va la situación nos veremos abocados a buscar otras alternativas y cultivar nuevos productos que nos ayuden a mejorar las condiciones de vida”, afirmó.

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