La estadía de venezolanos ilegales en Pamplona sigue ocasionando dificultades, por la ocupación de predios. Viven hacinados y en pésimas condiciones sanitarias.
Otros se dedican a la mendicidad o a las ventas informales en las vías públicas, en las puertas de negocios legales, parques, atrios de los templos y andenes del centro.
Entre noviembre de 2017 y febrero de 2018 fueron reportados a Migración Colombia 325 inmigrantes ilegales. Sin embargo, y según las autoridades, un 30 por ciento de ellos regresó a Pamplona.
A la fecha y en los controles hechos en articulación con la Policía, la Alcaldía y el Bienestar Familiar, se han reportado a Migración Colombia 117 extranjeros.
La inspectora de Policía, Laura Rodríguez, dijo que por solicitud de vecinos del barrio Juan XXIII, se desalojó de la antigua escuela a un grupo de inmigrantes. Allí estaban hacinadas ocho personas adultas.
Sobre las medidas que se deben tomar, Rodríguez indicó que le corresponde a Migración aplicar las sanciones por reincidencia.
“Para el traslado a Cúcuta se contratan buses y en el caso de los menores de edad, el Bienestar Familiar ofrece apoyo”, dijo Rodríguez.