La panadería pamplonesa se sigue destacando por la calidad de sus productos y por la innovación y creatividad de quienes tradicionalmente se han dedicado a este oficio.
Las recetas de antaño le dan al pan pamplonés sabores, olores y texturas únicas.
Así quedó demostrado en la exposición ‘Arte y trigo’, albergada hasta el viernes en el Museo de Arte Moderno Ramírez Villamizar. La iniciativa hace parte del proyecto Pegaso Alado, apoyado por el programa de concertación del Ministerio de Cultura.
En esta versión se escogió como tema la cultura precolombina. Los panaderos presentaron trabajos relacionados con el acontecer de los pueblos indígenas.
Las creaciones que se exhiben en la sala Beatriz Daza surgen de los procesos de capacitación de los panaderos por parte de estudiantes de artes plásticas, quienes los guiaron
para que combinaran la experiencia con lo creativo.
En total son siete expositores con 10 trabajos que fueron evaluados y calificados por un jurado compuesto por expertos en artes plásticas y diseño industrial.
El director del Museo, Juan Manuel Ramírez, dijo que el proyecto fue gestado por el maestro Eduardo Ramírez Villamizar, para que los panaderos de la ciudad tengan la oportunidad de acercarse a las expresiones artísticas.
La instructora del área de cocina del Sena, Martha Leonor Delgado, quien observó las creaciones, dijo que le llamó la atención como los panaderos con sus manos transforman la masa para convertirla en arte y revivir la cultura ancestral.
Ganadores
El primer puesto en la categoría pastillaje fue para la obra inspirada en la cultura Kogui. Se elaboró un indígena que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta. Este trabajo fue presentado por Guillermo Hernández de la panadería El Palacio de las Tortas.
El segundo puesto lo ocupó el tema tribus, viviendas, terrenos, creencias y límites de Marcos Flórez.
Como estímulo la organización entregó como premios $1,0 millón al primer puesto y $500.000 al segundo, en ambas categorías.
En panadería, el primer premio le fue otorgado al tema pectoral murciélago antropomorfo de la cultura Tairona, diseñado por Fabio Clavijo del Palacio Gourmet.
La Opinión
