Los 24 niños de la Escuela Nueva Iser, sede de la Normal Superior de Pamplona, después de un año por fin van a tener espacios adecuados para recrearse.
En las jornadas diarias se veían limitados a las aulas de clases. En los descansos solo contaban con el pasillo central para correr o jugar.
Las áreas destinadas para esas actividades estaban invadidas por el pasto y la maleza.
El proceso
La Policía en una jornada de prevención y educación se dio cuenta de la situación y coordinaron el embellecimiento de la zona de esparcimiento.
El equipo lo lideraron el comandante del Primer Distrito, teniente Jaime Chitiva Conde; la teniente Johana Velasco; el dragoneante José Manuel Matamoros y los patrulleros Yessica Rentería y Juan Alexis Torres Torrado.
Ellos se dieron a la tarea de conseguir en el sector comercial llantas, pintura, columpios y las tablas para estampar letreros sobre valores.
“En nombre de nuestros compañeros le agradecemos a la Policía Nacional por este gesto. Ahora vamos a tener un mejor espacio para poder jugar y compartir”, dijo el estudiante de quinto de primaria Iván Tolosa.
La profesora, Elsa Jerez Bohórquez, manifestó que con esta intervención se va a mejorar la calidad de vida de los niños.
Son estudiantes de preescolar y primaria de los estratos uno y dos del Sisbén.
La escuela tiene más de 55 años de construida y queda en la subida al barrio El Progreso. Fue la primera institución en el país en donde empezó la escuela Unitaria, es decir, un docente imparte educación rural a niños de varios grados de escolaridad.
En la declaración emitida por el Ministerio de Educación, en 1961, se apoyó oficialmente la organización de escuelas rurales con un docente responsable de varios grados a la vez.
La Opinión