Desde que entró en vigencia el Código de Policía se han aplicado en Pamplona 200 comparendos pedagógicos a infractores del espacio público, a generadores de riñas callejeras, a padres por permitir el trabajo infantil, y a otras personas por irrespeto a la autoridad.
Igualmente han sido amonestadas personas en la Plazuela Almeyda, por hacer necesidades fisiológicas en vía pública. También hay casos de porte de armas blancas y menores de edad en establecimientos nocturnos y casinos.
También se han hecho comparendos por ocupación del espacio público, teniendo en cuenta que hay una tutela que ordena el despeje de vendedores estacionarios y ambulantes en las carreras 4 y 5, con calles 6 y 7 del centro de Pamplona.
En el reporte se establece que hay informales que están reacios a cumplir con los acuerdos que firmaron con la Alcaldía, como es retirar las ventas después de la 1 de la tarde y no laborar los martes.
También entre los compromisos están el mantener despejadas las entradas y salidas del mercado cubierto, lo que no se cumple.
La inspectora de Policía, Laura Rodríguez Caballero, manifestó que por solicitud de vecinos del sector del mercado principal se procedió a visitar las ventas callejeras en donde estaban dos niños laborando.
Los responsables fueron requeridos y se les explicó que esta práctica no está permitida y que debían retirarlos de ahí y enviarlos a la casa.
La funcionaria indicó que no se permitirá bajo ninguna circunstancia que los niños sean explotados laboralmente.
A los infractores se les aplicaron los comparendos y se les advirtió que en caso de reincidir, serán multados económicamente.
Compromisos
A los cinco días después de la aplicación de los comparendos pedagógicos las personas tienen que presentarse a la Inspección de Policía en donde establecerán los compromisos de participar en charlas sobre maltrato infantil, explotación laboral, convivencia ciudadana y como mantener libre el espacio público y aspectos relacionados con el Código de Policía.
Estas acciones las harán en conjunto con las autoridades del municipio en las escuelas y barrios periféricos de la ciudad.
Se estableció que algunas de las personas sancionadas por las autoridades se comprometieron en donar útiles escolares.