Días atrás, la Defensoría del Pueblo llamó la atención de las autoridades militares, de Policía y electorales, sobre el riesgo extremo que representa para el normal desarrollo de los comicios legislativos y presidenciales, en ocho municipios de Norte de Santander, la presencia del Eln, el Epl y las bandas criminales.

A comienzos de febrero, la Misión de Observación Electoral (MOE) también señaló en sus mapas de riesgo que 17 municipios del departamento registraban algún tipo de amenaza por parte de los actores armados ilegales que hacen presencia en el territorio.

Por eso, la decisión que se conoció este lunes por parte del Ejército de Liberación Nacional, de cesar de manera unilateral sus actividades entre el próximo 9 y 13 de marzo, para no interferir en las elecciones al Congreso que se celebrarán el domingo 11 de marzo, despeja en parte el ambiente de zozobra que ya se había sembrado, principalmente, en la región del Catatumbo donde se ubica el mayor número de localidades en riesgo.

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De acuerdo con los informes de alerta, Convención, El Tarra, Sardinata, Teorama, Tibú, Ocaña, El Carmen, Hacarí, La Playa, Cúcuta, Puerto Santander y Villa del Rosario, son los municipios en donde es más latente el peligro, dada la presencia de estructuras como las del Eln.

No obstante, esta guerrilla, que ha incrementado su accionar tras el fin de la tregua bilateral de tres meses, anunció ayer, mediante un comunicado, que si bien todavía están convencidos de que los procesos electorales en Colombia están “viciados”, no ejecutarán acciones bélicas como “una muestra de respeto a las colombianas y colombianos que van a depositar su voto”.

Con esta decisión, el Eln busca, igualmente, impulsar la reanudación de la mesa de diálogos de Quito, paralizada desde finales de enero pasado por orden del presidente Juan Manuel Santos.

“Recordamos la importancia que tiene seguir avanzando en la agenda pactada en Caracas, el 30 de marzo de 2016, para llegar a acuerdos, pues las dos partes nos comprometimos a desarrollar la participación de la sociedad en la construcción de la paz, por medio de “un ejercicio dinámico y activo, incluyente y pluralista, que permita construir una visión común de paz, que propicie las transformaciones para la Nación y las regiones”, manifestó el Comando Central del Eln.

En el documento le plantean al jefe de Estado fijar una fecha para el inicio del quinto ciclo de conversaciones y enviar nuevamente la delegación oficial a Quito, para continuar con los puntos que se venían analizando sobre la mesa.

“En correspondencia, en esta fecha también se harían presentes todos nuestros delegados, en la capital de Ecuador”, dijeron.

Al respecto, Santos manifestó que estudiará el comunicado para tomar una decisión al respecto.

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“Ese era el tipo de gestos que estábamos nosotros pidiendo. He dicho, desde el momento en que se rompió el cese al fuego el 9 de enero de este año, que el Eln debería ser coherente. Vienen insistiendo en que quieren la paz, pero las acciones de ellos iban totalmente en contravía, y que si no veíamos un mínimo de coherencia, restablecer el diálogo iba a ser difícil”, señaló el presidente.

Anuncio es fundamental: MOE

La Misión de Observación Electoral (MOE) respaldó el anuncio del Eln sobre la suspensión de las actividades mientras el desarrollo de las elecciones al Congreso, tras señalar que era fundamental que esta guerrilla permitiera unos comicios tranquilos.

“Lo recibimos de manera muy positiva porque en los últimos procesos electorales hemos señalado que quienes han tenido la posibilidad de afectar las elecciones de manera real es el Eln”, opinó Alejandra Barrios, directora de la veeduría.

Sin embargo, Vicente Torrijos, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario, rechazó lo dicho por el Comando Central, pues para el analista, “todo lo que ha hecho el Eln está en un marco de hipocresía y manipulación, mediante el cual se le quiere mostrar a los colombianos que hay una voluntad de paz”.