Antes de iniciar su gobierno de manera oficial, el presidente electo Iván Duque se reunió con las bancadas afines que tendrá en el Congreso. Les contó cuál será su agenda legislativa inicial y cómo hará para acercar el gobierno a la gente.

Era la primera vez que se reunía con los congresistas después de designar su gabinete. Aunque ningún partido político envió hojas de vida para esos cargos, ratificaron su compromiso de acompañarlo, lo que rompe con la tradición de armar la coalición a cambio de ministerios.

Lo primero que hizo fue reunirse con su partido, el Centro Democrático, en el hotel Dann, en Bogotá. La plática duró casi una hora. Luego, recibió a las bancadas de los partidos de la nueva coalición, el Conservador y el Liberal.

¿Por qué no llegó Cambio?

Contrario a lo que se esperaba, tras la invitación del excandidato Germán Vargasa los partidos de La U y Cambio Radical para armar un bloque de centro, independiente, el primero sí asistió a la cita. Fueron los últimos en reunirse con Duque, al final de la tarde.

Según el senador David Name, quien desde primera vuelta estuvo con el nuevo mandatario, solo faltaron los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti, cercanos en la segunda vuelta a Gustavo Petro, y Roosvelt Rodríguez.

En una entrevista radial Benedetti, que ahora también es impulsor de la Consulta Anticorrupción, afirmó que no les dieron nada en el gobierno entrante y los trataron mal en las comisiones, “entonces no tienen por qué regalarse”.

Quienes no asistieron fueron los congresistas de Cambio Radical. El senador Rodrigo Lara dijo que no fue un desplante, “ni más faltaba”, sino que se debió a que les avisaron el miércoles por la noche, y por respeto a varios colegas que no podían asistir, prefirieron solicitar una cita ulterior, “para que todos puedan estar. Queremos estar unidos”.

¿A qué juegan Cambio Radical y el Partido de La U? Según Oscar Castelblanco, docente de la U. Libre, Cambio Radical y La U se dan cuenta que puedan jugar a los cálculos con una coalición de centro, porque están en un lugar privilegiado para negociar participación en el gobierno, en vista d que las extremas no tienen mayorías claras.

Para Carlos Arias, docente de Comunicación Política de la U. Externado, en todo este entramada Vargas es la pieza clave, porque su bancada es disciplinada y buscará reencaucharse desde el poder que le otorga ser el jefe de Cambio.

“Su objetivo, en primera instancia, será hacerse necesario en diferentes comisiones para apalancar, desde lo político, candidatos a alcaldías y gobernaciones en 2019. Sabe que de no jugar estratégicamente pasará a la historia, porque ya no tendría el poder en el ejecutivo, recursos y visibilidad en la gestión”.

“Muy difícil sin intercambio”

Así las cosas, el nuevo mandatario empezaría el 7 de agosto con una fuerza de 78 senadores de 108 y 148 representantes de 171, lo que representa amplias mayorías legislativas.

Pero, ¿qué tan sólida puede ser una coalición que no depende de la burocracia o de la famosa mermelada? ¿Tendrá Duque que ceder en los cargos por debajo de los ministros?

Diego Cediel, docente de Ciencia Política de la U. de la Sabana, afirmó que es difícil mantener gobernabilidad sin “mermelada”, que es más un eslogan de campaña, debido a que el funcionamiento legislativo no siempre es programático sino que hay criterios burocráticos que se exigen a cambio de apoyo, como ha pasado en todos lo gobiernos.

“Si Cambio Radical y La U decidieran no apoyar a Duque, la gobernabilidad se puede afectar porque es significativo su número de congresistas. Esto podría obstaculizar programas y proyectos políticos y de Gobierno”.

Para Castelblanco la supuesta conformación del gabinete sin participación de los partidos es para ganar legitimidad y buena imagen ante la opinión pública, pero en los sistemas de gobierno presidenciales, para poder sacar adelante políticas públicas, se requieren el beneplácito del los partidos políticos.

“Que el gabinete haya sido conformado sin consultar a los partidos, como suele pasar, no se puede discutir, son gente cercana al presidente, técnicos, académicos, muchos del sector privado, pero los ministros tiene que saber que de ahí para abajo los cargos medios son para poder cruzar favores con los congresistas, porque por más que las leyes y propuestas sean buenas, estos tienen que pagar los favores a la gente que los eligió”.

Al respecto Olmer Muñoz, docente de Ciencia Política de la U. Pontificia Bolivariana, recordó que Duque prometió no relacionar la mermelada con la gobernabilidad, porque en estos últimos ocho años se ha denunciado este proceder como actividad del Gobierno.

“Obvio que los partidos van a exigir cuotas políticas, pero esto también radicará en la racionalidad de los mismos para admitir que, como parte de la gestión, no necesariamente tienen que haber un intercambio de favores. Romper con esa tradición será costoso en términos políticos, pero tendrá alta favorabilidad en su gobierno y respaldo popular y en la opinión”.

Las prioridades de Duque

Según el senador José Obdulio Gaviria, el presidente electo les dijo que ya tiene listo un paquete de proyectos de ley, entre ellos uno antitrámite, otros que reducen impuestos y modifican normas tributarias, para bajar cargas impositivas y aumentar los ingresos de los trabajadores.

También esta listo uno sobre tierras, que sobrepasa lo firmado en el Acuerdo y otro sobre austeridad en el Estado.

De igual manera, ratificó su idea de hacer los consejos Construyendo País todos los sábados y consejos semanales de productividad y desarrollo con los sectores económicos.