La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Política
Entre 25 y 30 millones de personas, en riesgo de recaer en la pobreza
Entre 2015 y 2016 aumentó  el número  de personas pobres, por primera vez en la década.
Miércoles, 15 de Junio de 2016

Entre 2003 y 2013, 72 millones de personas de América Latina y el Caribe lograron dejar atrás las difíciles condiciones de pobreza y 94 millones más pudieron ascender un escalón en su condición social para ubicarse en la clase media.

Sin embargo, hoy, tres años después, la falta de oportunidades, las desigualdades  y los límites de la expansión laboral y fiscal en la región han vuelto a encender las alarmas, toda vez que la amenaza de que un buen porcentaje de esta población recaiga en la pobreza está latente.

Así lo advierte el más reciente Informe de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe dado a conocer ayer por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), titulado ‘Progreso  multidimensional:  bienestar  más  allá  del  ingreso’.

De acuerdo con el estudio, unos 25 o 30 millones de personas  (más  de un tercio de la población que salió de la pobreza en la región desde 2003), corren el riesgo de recaer en la pobreza, como consecuencia de la “falta de protección social, acceso a activos físicos o financieros y una baja calificación laboral”. 

Según el IDH, el promedio anual de latinoamericanos que salieron de la pobreza fue de casi 8 millones entre 2003-2008  y de 5 millones  entre 2009-2014.  No obstante, entre 2015 y 2016 aumentó  el número  de personas pobres, por primera vez en la década.

Muchos de ellos son jóvenes y mujeres, con inserción laboral precaria en los sectores de servicios de la región.

“El mercado laboral en América Latina, en su gran parte, es informal. Más de la mitad de los 300 millones de trabajadores en la región son: asalariados en microempresas  con  menos  de  cinco  puestos  de  trabajo,  autoempleados  sin  calificación  o  no  perciben  ingresos (programas de aprendizaje, por ejemplo). Así mismo, de las más de 50 millones de empresas pequeñas y medianas, el 70% son informales, y dos de cada tres nuevos empleos creados en la región fueron en el sector de servicios, que tiene baja productividad y altas tasas de informalidad”, señala el informe.

En este también se hace énfasis en que el peso de la carga tributaria a los pobres  es tan alto en la región  que suele anular  el beneficio  recibido por los ingresos a los que tenga acceso.

Para el PNUD, todavía subsisten, además, múltiples exclusiones a las persona por su condición étnica, racial, el color de la piel, la identidad sexual, discapacidades, entre otras, que no se resuelven con más ingresos, sino que lo que necesitan son políticas que permitan un verdadero reconocimiento de los derechos colectivos.

“Gran parte de la región sufre de trato desigual  independiente de su nivel de ingresos y muchas de estas discriminaciones son invisibles a las estadísticas y acciones de política pública”, reza uno de los apartes del documento.

En ese sentido, se sugiere que este panorama no se resuelve solo cerrando brechas, sino “nivelando los pisos de la ciudadanía para avanzar”.

Recomendaciones

-En la década pasada, los mercados laborales y la educación  fueron los grandes motores para dejar la pobreza. Sin embargo,  es fundamental que las políticas públicas de nueva generación fortalezcan los cuatro factores que impiden retrocesos: protección social, sistemas de cuidado, activos físicos y financieros (como un auto, casa propia, cuenta de ahorro o dinero en el banco que actúan como ‘colchones’ durante las crisis), y calificación laboral.

-Repensar el modelo latinoamericano de progreso hacia un concepto multidimensional.

-El crecimiento económico solo no basta. Nada que disminuya los derechos de las personas y comunidades o que amenace la sostenibilidad ambiental puede ser considerado progreso.

-Invertir en las mujeres y en políticas de cuidado es clave para sacar la región adelante.

-Sin aumentos futuros de la productividad de los sectores de baja calificación laboral, la sostenibilidad del crecimiento y, en consecuencia, de los logros sociales, se compromete.

La Opinión

Temas del Día