La muerte de dos personas por el coronavirus en Italia, las primeras víctimas europeas, ha generado una gran preocupación en un momento en el que los contagios aumentan fuera de China y la OMS llama a la movilización ante una epidemia que ya ha afectado a 77.000 personas en el mundo.
Las víctimas italianas son un albañil jubilado de 78 años y una mujer de edad avanzada. Ambos estaban hospitalizados desde hacía varios días en dos ciudades del norte del país por otros problemas de salud, pero dieron positivo a las pruebas del nuevo coronavirus.
Italia ha registrado hasta ahora unos 40 casos de infectados por esta epidemia, de las cuales al menos 32 se localizan en Lombardía y siete en la región de Véneto. En esta parte norte de Italia, una decena de ciudades han aplicado medidas de confinamiento para evitar que el virus se expanda.
La primera persona que murió en Europa después de haber contraído el COVID-19 era un turista chino originario de la provincia de Hubei (centro), donde se originó el brote en diciembre. Este hombre de 80 años murió en París el 14 de febrero.
Fuera de China continental (sin incluir Hong Kong y Macao), se han confirmado más de 1.300 casos de contagio, en especial en Corea del Sur y Japón.
Poco margen de maniobra
Si el miedo se ha apoderado de Europa es también porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) no oculta su preocupación ante la dificultad de contener la propagación del virus.
Su director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, hizo sonar la alarma el viernes en Ginebra. “Aún estamos en una fase en la que es posible contener la epidemia”, lanzó. Pero “el margen de maniobra se está estrechando”, advirtió, al tiempo que lamentó la falta de apoyo financiero internacional.
Los focos de coronavirus han continuado expandiéndose. El sábado se registró otra muerte en Irán, lo cual eleva a cinco el total de fallecimientos en el país, y el viernes se confirmaron los primeros casos de contagio en Líbano e Israel.
Irán decidió cerrar las escuelas y universidades en las ciudades de Qom y Arak (centro), debido al nuevo coronavirus. Los centros educativos estarán cerrados durante dos días en Qom y durante una semana en Arak, a partir del domingo.
En Corea del Sur, se anunció una segunda muerte el sábado y el número de afectados aumentó por segundo día consecutivo, con 142 nuevos infectados. El país ya tiene un total de 346 casos, según las autoridades sanitarias surcoreanas.
Entre los nuevos pacientes diagnosticados, 92 están vinculados a un hospital de Cheongdo (sur), donde la secta cristiana “Iglesia de Jesús Shincheonji”, organizó funerales.
Más de 150 fieles de esta secta fueron contagiados en los oficios religiosos por una mujer de 61 años que no sabía que había contraído la neumonía viral.
Formación de voluntarios en juegos olímpicos
En Japón, un centenar de viajeros que estuvieron en contacto estrecho con personas infectadas en el crucero Diamond Princess empezaron a desembarcar el sábado, indicaron medios locales.
Los más de 1.000 miembros de la tripulación del barco todavía a bordo comenzarán ahora una cuarentena de 14 días.
Sin embargo, persisten los interrogantes sobre los métodos utilizados por las autoridades sanitarias japonesas. Esta semana, después de practicar análisis que aparentemente dieron negativo, permitieron desembarcar del barco a 970 personas. Entre ellas, dos australianos y una israelí fueron declarados portadores del virus al regresar a sus países.
El Diamond Princess es el mayor foco de contagio fuera de China. De los 3.711 pasajeros que se encontraban inicialmente a bordo, más de 630 contrajeron el coronavirus.
El comité de organización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 -que están previstos entre el 24 de julio y el 9 de agosto- anunció que aplazará la formación de los voluntarios por medidas de precaución, pero aseguró que el evento no se verá afectado.
Disminución en China
En China continental, el país más afectado por la neumonía viral y donde ya se han registrado 2.345 muertes, pareciera que la epidemia pierde algo de fuerza. Las autoridades sanitarias anunciaron el sábado 109 nuevos fallecimientos, frente a 118 la víspera.
La cifra diaria de casos de contagio sigue también bajando, con 397 nuevos infectados el sábado, frente a los cerca de 900 del viernes. El número total de contagiados en China continental ronda los 76.000.
En una carta de agradecimiento a la fundación Bill y Melinda Gates por su apoyo financiero contra la epidemia, el presidente chino Xi Jinping señaló que su país está en “un momento crítico”.
Sin embargo, las autoridades chinas han minimizado hasta ahora el impacto a largo plazo de la epidemia sobre su economía, paralizada por los lugares en cuarentena, las carreteras bloqueadas y la falta de mano de obra.
En los últimos días, diversas autoridades mostraron con orgullo la reapertura de fábricas, en una muestra de que el país está volviendo a funcionar.
Chen Yulu, un vicegobernador del Banco Central Chino (PBOC), se mostró convencido de que el crecimiento económico iba a “recuperarse rápidamente” tras la crisis.
África mal preparada
La OMS advirtió el sábado que los sistemas sanitarios en África estaban mal preparados para afrontar la epidemia de coronavirus, si los casos de contagio se multiplican en el continente.
Hasta ahora, Egipto es el único país de África que ha confirmado un caso de contagio.
En una reunión de ministros de Salud de los países de la Unión Africana (UA) en Adis Abeba, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a estos Estados “hacer frente común para ser más agresivos” en la lucha contra el nuevo coronavirus.
“Nuestra principal [fuente de] preocupación sigue siendo la posible propagación del COVID-19 en los países cuyos sistemas de salud son más precarios”, declaró el jefe de la OMS en una videoconferencia desde Ginebra.
