El candidato a la Gobernación de Norte de Santander por el Centro Democrático, Juan Carlos García Herreros, propuso un gran plan para la siembra de palma, cacao y arroz que vigorice al Catatumbo desde el punto de vista económico y social.

Para probar la efectividad de estrategias como la que plantea desarrollar en una eventual administración suya, dijo que “si no hubieran hoy esas 32.000 hectáreas de palma en esa región, los cultivos de coca cubrirían entre 35.00 o 40.000 hectáreas”. En la actualidad, en esa zona hay 27.000 hectáreas de cultivos ilícitos. 

García-Herreros es del planteamiento que la ruta norte  para el Catatumbo “es la formalidad y los proyectos productivos para acabar con la ilegalidad”.

Al mostrarse convencido de que “no solo con la fortaleza militar sino también con la fortaleza empresarial podemos derrotar la violencia y la ilegalidad en esta importante zona”, expuso su proyecto productivo para emprender allí.

La iniciativa  de alianzas productivas consiste en utilizar 50.000 nuevas hectáreas del suelo catatumbero para la siembra de palma de aceite, de cacao y de arroz.

“Esto potencializará la economía del Catatumbo de una manera impresionante”, describió García-Herreros, quien al hacer cuentas calculó que 50.000 hectáreas en cualquier cultivo rotan unos $800.000 millones.

La cantidad señalada equivale a cerca del 63% de las 80.000 hectáreas nuevas de cultivos  en Norte de Santander, para generar dos billones de pesos a la economía regional, de acuerdo con la propuesta programática del aspirante uribista. 

Lógicamente que para garantizar la salida de estos productos a los mercados, el Catatumbo debe ser fortalecido en el frente vial, que es precisamente una de sus principales debilidades.

En ese aspecto, García-Herreros dijo que si los nortesantandereanos lo eligen, en su agenda uno los asuntos de alta prioridad será la carretera Astilleros-Tibú, que consideró esencial para esa región y el departamento.

Pero otro dolor de cabeza se relaciona con las vías terciarias y secundarias que todavía siguen dibujadas como caminos de herradura en esa parte del departamento.

En su concepto, es lamentable que una región tan estratégica, tan rica y de tanta importancia para el país y el departamento, esté prácticamente huérfana de las decisiones gubernamentales en el frente vial.

Por esa razón recalcó la vía Astilleros-Tibú debe “hacerse inmediatamente, con o sin ayuda nacional”.