La utilización de la palabra “atenidos” por la vicepresidenta de la república Martha Lucía Ramírez en una declaración sobre la ayuda del Gobierno en esta emergencia de la pandemia, la mostró como indolente frente a las necesidades de la población más pobre. Esto fue lo que dijo:

“Esta pandemia no nos puede dejar intactos cuando salimos que cuando entramos (sic). Nos tiene que hacer tomar conciencia de la solidaridad, de la responsabilidad que tenemos con todos, pero también, obviamente, la responsabilidad como sociedad. Es que esto acá no es de a ver qué hace el Gobierno por cada uno de nosotros. ¿Qué hacemos nosotros atenidos para que el país progrese? ¿Qué hacemos para que nuestros trabajadores tengan mejores condiciones económicas? Yo digo una cosa, francamente: necesitamos que los trabajadores hoy valoren sus empresas más que nunca. Agradezcan la bendición de tener un trabajo formal, unas prestaciones, una seguridad social. Y necesitamos que trabajadores y empresarios trabajemos con toda la capacidad de ahora en adelante para sacar adelante a Colombia, porque la caída de la economía colombiana nos va a golpear a todos".

Son muchos los pronunciamientos descalificando lo expresado por la Vicepresidenta.

Otro que está en el ojo de la tormenta es el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, por cuenta de su desinformación sobre el espionaje que se hacía a periodistas, congresistas, líderes sociales, defensores de los derechos humanos y dirigentes de la oposición a través de organismos de inteligencia del Ejército de las Fuerzas Armadas de Colombia. El Ministro nunca supo nada. Solamente se enteró por la publicación de la revista Semana sustentada en una investigación adelantada por la misma publicación.

Sobre esos hechos la Fiscalía adelanta la investigación que le corresponde. También hay oficiales del Ejército sancionados. Lo que falta es conocer todo el entramado de esa operación ilegal y entonces se sabrá de que estaba enterado el ministro Holmes Trujillo, aunque en el debate en el Congreso tampoco dijo nada.

No faltó el aporte de la Ministra del Interior, Alicia Arango, a las declaraciones erráticas de los altos servidores del Gobierno. Refiriéndose a los homicidios casi diarios contra los líderes sociales, dijo en Cámara de Representantes: “Sabemos que es un desafío. Lo seguimos enfrentando con compromiso y alternativas de solución, porque los asesinos salen en cuarentena sin pedir permiso para sus fechorías”.

¿Será que esos asesinos le tienen que pedir permiso al Gobierno pata la comisión de sus fechorías? ¿O cuál es el alcance de lo expresado por la señora Ministra?

José Neira, abogado y periodista, se desvela por los problemas de Cúcuta y en especial por los específicos de la zona fronteriza de Colombia y Venezuela. Cuando se le pidió una opinión sobre el espionaje de los militares a los periodistas respondió:

“Se requiere que formulemos una gran convocatoria para analizar las opciones y posibilidades que debiéramos estar evaluando a fin de otorgarle atención a la situación que experimenta y compromete a todos los núcleos y sectores. Lo que está aconteciendo en lo local, regional y fronterizo es de serias implicaciones porque se capta muy amenazado el futuro y cuanto ocurre con Venezuela es delicado y exige una inmediata atención. Las relaciones entre nuestros dos países están rotas. No hay embajadores. No hay consulados y los asuntos comunes no tienen la atención ni la prioridad requeridas, como es necesario en esta zona binacional, cuya importancia no se debe minimizar.

“Sin verdadera unión y participación en equipo nuestras posibilidades de recíproco progreso están amenazadas. Debemos obrar en consecuencia. Hay que restablecer los vasos comunicantes con Venezuela. Esto debe ser pronto, con espíritu emprendedor y edificante”.