El proyecto desplazados 1 y 2 permanece casi vació. Sus calles son desoladas y carece de rutas de servicio público, pavimentación y espacios recreativos. 

De las 126 casas que entregó el gobierno nacional en el proyecto Desplazados 1 y 2 en el 2008 en la vereda Los Mangos, del corregimiento El Carmen de Tonchalá, solo están habitadas 47. La mitad, por sus dueños; las demás, por arrendatarios o por cuidanderos.

El sino del desplazamiento forzado siguió persiguiendo a estas familias tras recibir casa nueva. Ante la falta de transporte público, de escuelas cercanas, campos recreativos y puestos de salud, los vecinos iniciaron un nuevo desplazamiento.

Las ocho manzanas que conforman el proyecto de vivienda gratis están casi vacías. En las casas permanecen las familias que se rehúsan a perder lo único que tienen, y aquellas que, pese a las incomodidades, se metieron a la fuerza a los predios y nadie ha venido a reclamarles.

“Llevo un año acá, y nunca ha venido la dueña a exigir que le desocupe”, dice Leidy Páez, una de las residentes más nuevas.

A mediados de mayo, unas 12 familias más intentaron tomarse a la fuerza las casas vacías, por lo que Metrovivienda tuvo que intervenir.

Los invasores fueron expulsados de las casas y Metrovivienda hizo un llamado a los propietarios para que hicieran uso de sus casas, bajo la amenaza de que podrían perderlas, por no habitarlas.

A la semana siguiente, algunos de los propietarios fantasmas, como los llaman los vecinos de Los Mangos, alegando que nunca los han visto habitar las casas, acomodaron un par de corotos en las salas y pusieron cortinas para simular  que las viviendas estaban ocupadas, dos días después nadie volvió a saber de ellos.

“Acá necesitamos vecinos reales, que nos ayuden a gestionar y buscar el mejoramiento del barrio”, dijo Yeimy Jaimes, líder comunal. 

Ser pocos los perjudica

Jaimes aseguró que la falta de residentes en Desplazados 1 y 2 hizo que se fuera la única ruta de servicio público que han tenido.

Debido a esto los vecinos deben pagar 8 mil pesos diarios a un mototaxi para que los lleve y los saque de la vereda.

“Hay señoras que se ganan 20 mil pesos al día haciendo aseo y están gastando casi la mitad del sueldo en los pasajes del día”, explicó la edil  Virginia Jaimes.

Los vecinos también se quejaron porque en vez de llegar nuevos proyectos de intervención social en el barrio se los han llevado.

Hasta el año pasado funcionó el comedor escolar, el cuál era apadrinado por un particular ante la falta de apoyo gubernamental. Cerca de 150 niños y abuelos se quedaron sin merienda.

Además, el único aparato biosaludable que iba a llegar al sector fue desviado para El Carmen de Tonchalá porque en Los Mangos no había un sitio apropiado para instalarlo. Un lote escarpado al pie del cerro vecino  es el espacio con el que cuentan para la construcción de sus escenarios recreativos.

*La Opinión