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Por los barrios
Habitantes del barrio Claret se quejan del abandono
Aseguras que las cámaras de seguridad instaladas hace un par de meses no funcionan.
Domingo, 3 de Julio de 2016

Asdrúbal Castillo, edil de la comuna 7 de Cúcuta y habitante de Claret, pasa sus días pidiendo ayuda al gobierno local y departamental, para reparar los daños y solventar las necesidades que aquejan a su barrio.

Con tristeza dice que no ha recibido mayor atención y se queja porque el mal estado del alumbrado público, uno de los principales padecimientod e Claret, ha incrementado la inseguridad ya presente en el lugar.

Castillo asegura haber recibido varios oficios donde la Concesión de Alumbrado Público le notifica el mantenimiento y arreglo de inconvenientes de los postes de luz. Sin embargo, él no ve ningún cambio y solicita la instalación de un mejor sistema.

Los vecinos aseguras que pese a que  la policía constantemente hace rondas de vigilancia por las cuadras, las cámaras de seguridad instaladas hace un par de meses no funcionan.

Otro de los problemas es que la cubierta del coliseo ubicado en el parque principal está en mal estado.

Además, el comedor y el salón comunal se encuentran en completo abandono.

El salón comunitario no está adecuado para hacer reuniones. No hay ni una silla y, además, un muro del lugar se está cayendo poco a poco, fue la queja de Castillo.

“Aquí no hay cómo hacer reuniones. La Alcaldía y la Gobernación me responden que la responsabilidad es nuestra, que como comunidad debemos hacer actividades para recolectar fondos y salir de esto”, explicó.

Asimismo, afirma que los indigentes se apoderaron del comedor infantil ubicado en la avenida 25 con calle 8A Norte, el cual desde hace aproximadamente dos meses está desocupado. 

“Ahí vivían los señores de la calle y me tocó asegurar con un varilla para que no se volvieran a meter”, dijo. Como si fuera poco, Proactiva tampoco atiende sus solicitudes.

Por el sector del parque principal hay escombros y restos de árboles que han podado, pero la empresa no ha respondido a su llamado. Castillo no pierde la fe en poder encontrar una solución a todos estos problemas.

Con ayudas ha logrado conseguir algunos elementos para recuperar un salón pequeño junto al salón comunal.

“Quiero que los niños reciban clases en ese salón. Una profesora del barrio hará el servicio voluntario y les dictará clases de inglés”, puntualizó.

El edil espera tener el apoyo necesario para capacitar gente y poner en funcionamiento el comedor, no sólo para niños, sino para los adultos mayores del barrio que no tienen recursos.

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