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Por los barrios
Roban comedor escolar que alimenta a 250 niños
Las cocineras de la sede Juan Bautista Scalabrini  se las ingeniaron para darles almuerzo a los niños del comedor escolar los próximos 15 días.
Martes, 18 de Agosto de 2015

Una dieta obligatoria empezaron ayer los 250 niños del comedor escolar de la sede Juan Bautista Scalabrini, luego de que los ladrones desocuparan la despensa de la cocina.

Aprovechando que el colegio no tiene un completo encerramiento se metieron al comedor escolar tumbando parte de las reja de una ventana, por donde difícilmente solo cabría una persona bastante delgada o un niño.

Ya adentro, los ladrones tenían fijo su botín, pues solo se llevaron productos no perecederos y no tocaron frutas, verduras ni carnes, que estaba en el refrigerador.

“Ellos sabían queé era lo que buscaban. Extrañamente no se robaron ni la licuadora, ni ningún otro insumo”, relató una de las cocineras.

Tras encontrar “la cocina patas arriba”, las tres mujeres que  laboran en el comedor se pusieron ha hacer el inventario del robo: 50 kilos de arroz, 25 kilos de harina, 8 cartones de huevos, 24 litros de aceite, una caja de panela, 8 kilos de leche, 4 litros de mayonesa, 4 litros de salsa de tomate, 2, quesos, dos kilos de mantequilla, y garbanzos y lentejas, hicieron parte de la lista del mercado de los ladrones. También se llevaron cuatro baldes, incluido el de lavar el trapeador y el de la basura.

“No entiendo cómo alguien puede hacer esto contra los niños. Ellos son los directamente afectados”, reiteró la cocinera.

Los alimentos hurtados eran los ingredientes del menú escolar de los próximos 15 días, los cuáles habían sido suministrados el jueves pasado por el Consorcio Alimentación Escolar 2015, operador de los comedores escolares.

Ante una eventualidad de este tipo el operador no responde por la reposición.

La primera reacción de los directivos y profesores fue cancelar provisionalmente los almuerzos a la espera de que llegaran nuevos insumos en dos semanas, sin embargo  ante la situación de los menores, que no tienen dónde almorzar, optaron por cocinar con lo que les quedó en la nevera.

Ayer, las cocineras prepararon una sopa de verduras y carne. El jugo fue en agua y el arroz se lo quedaron debiendo a los pequeños comensales.

Los directivos del colegio Camilo Daza, de donde Scalabrini es sede, pidieron ayuda a la empresa privada y al municipio para terminar el encerramiento del colegio y blindarlo contra nuevos robos.

Paradójicamente, la semana pasada la comunidad Scalabriniana había gestionado ante el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) unos 1.100 mercados, los cuales fueron repartidos a familias pobres de esta misma zona.

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