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Caño Indio, sin economía propia
 Los excombatientes anhelan consolidar  proyectos productivos.
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Martes, 16 de Enero de 2018

La reincorporación económica para los excombatientes de las Farc ha sido uno de los procesos más complejos, debido a que aún se espera un avance efectivo en materia de proyectos productivos en el Espacio Territorial de Capaitación y Reincorporación de Caño Indio (Tibú).

Así lo dio a conocer Gloria Martínez, responsable del Consejo territorial de reincorporación de las Farc, quien señaló que aunque hay avances en materia de bancarización, cedulación y entrega de libretas militares, preocupa la activación económica.

“Se están gestionando algunos proyectos con alcaldía y Gobernación; otros, van para el Consejo de reincorporación y otros, más grandes, se harán con Ecomún”, dijo. “Estamos tratando de establecer lo mínimo y solamente tenemos un proyecto de ganado, pero el resto ha sido esfuerzo de nosotros”.

El mayor temor de Martínez, al igual que el de sus compañeros, es que se acerca el fin de la manutención que garantiza el Gobierno Nacional.

“Mientras el gobierno nos da ayudas como la comida, no va a ser tan complejo, pero apenas se acabe eso, nos va a tocar muy duro”, dijo.

Por ello, esperan que a partir de marzo, fecha en la que culminará la entrega de ayudas oficiales, se puedan valer de los proyectos productivos ya que, por ahora, en Caño Indio solamente hay “una tiendita, un almacencito, que hicimos con nuestro esfuerzo”.

Para mitigar este efecto, los excombatientes anhelan consolidar la cría de pollos, cerdos, gallinas ponedoras, producción de cacao, piscicultura, huerta casera, panadería, y trabajo textil, pues ya se tienen las máquinas.

Sin embargo, la dificultad también se ha dado con la legalización de las tierras, “porque si hacemos un proyecto la tierra tiene que tener documentos, y la Agencia Nacional de Tierras casi no hace presencia en el territorio”.

Contrario a los mitos generados por la condición económica de los excombatientes y los beneficios, Martínez explicó que viven con el 90 por ciento del salario mínimo y no con dos millones de pesos, como se ha hecho creer a la opinión pública.

“De ese porcentaje nos tocan los gastos para todo”, dijo. 

Por ahora, además del reto económico señaló que viene “el trabajito político” con las campañas y el de seguir subsistiendo con yuca, plátano, maíz, los “tres o cuatro cerditos” que están en la zona, pero con la meta de trabajar en un lugar fijo, “porque ahí no hay dónde” y aunque “estábamos enseñados a vivir con lo necesario, lo más complejo es el cambio” en una sociedad por la que combatieron y “hoy nos dicen: bienvenidos a la realidad”.

Gobernación estará atenta

Luis Fernando Niño, secretario departamental de Víctimas, expresó que la meta para este año, no solo en Caño Indio es fortalecer los proyectos productivos para las comunidades.

El funcionario recordó que la implementación de los acuerdos “ha sido muy compleja” y señaló que “el Pnis va muy lento, en el tema de sustitución voluntaria de cultivos”.

También, advirtió que en el caso del Espacio de Reincorporación, en efecto, “faltan proyectos productivos para que ellos no esperen solo la mesada sino que sean autosostenibles”.

“Esto, puede que lleve al tedio y al aburrimiento de los hombres, y tengan la tentación de irse a los grupos que están alrededor de la zona, y lo que hay que evitar al máximo es que eso suceda”, afirmó. “En marzo termina la primera fase, y quedan unos 50 días hábiles para que esto se consolide, porque viene también un tema electoral que pone en indefinido las acciones del nuevo mandatario, si está o no con el acuerdo”.

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