La concesionaria San Simón hizo serias advertencias sobre el riesgo que se cierne sobre la vida de los usuarios del Puente Mariano Ospina Pérez si no se acude de inmediato al cierre del paso del vehículos por esa estructura.

En una carta que el representante de la concesionaria, Carlos Villamizar, le dirigió al Gobernador, William Villamizar, le solicitó su intervención ante los organismos de gobierno encargados de emitir los permisos para el cierre del indispensable puente.

Le puso de manifiesto que la estructura del puente debe ser intervenida de manera inmediata, por el riesgo que representa estar soportando carga pesada sin que se haya finalizado su repotenciamiento.

Advirtió de igual manera del peligro de seguir permitiendo paso y de que se siga postergando la fecha para el cambio de losa de la cubierta, debido a que los cables instalados a la estructura no se encuentran tensionados al ciento por ciento, actividad que depende de contar con una nueva losa de concreto y que es de total relevancia llevar a cabo de manera inmediata en favor de la seguridad de los usuarios.

San Simón recordó en su oficio que para reducir al mínimo el impacto del cierre se han adelantado 19 reuniones con las comunidades y los gremios de la región. El cierre del paso por el puente estaba programado para el 18 de abril pasado, a 45 días, y para ello se requiere la reparación plena de dos vías alternas para el desvío de carros livianos y de carga pesada: Urimaco-San Cayetano- El Zulia y Puerto Santander-Agualasal-Astilleros.

Jesús Vergel, director del Invías regional Norte de Santander, encargado de emitir la resolución de cierre del puente, explicó que esto no se ha producido, no porque falte voluntad de su despacho, sino porque el compromiso de tener las dos vías alternas en buen estado para el pasado 18 de abril, cuando se programó el cierre, no se cumplió.

El funcionario manifestó que el jueves pasado se dijo que estaban concluidos los trabajos, que estaban a cargo de la secretaría de Infraestructura del departamento, y por eso el viernes se hizo un recorrido por las vías con delegados de la Andi y de la ANI, pero la conclusión que quedó fue de que en la vía Urimaco-San Cayetano aún faltan dos kilómetros por arreglar, y en la de Puerto Santander-Agualasal, que curiosamente es la más larga y más deteriorada, solo falta un kilómetro.

Vergel indicó en tal sentido que esperarán una semana más para que se terminen esos tres kilómetros y a más tardar a partir del próximo 15 de mayo se producirá el cierre del puente.

César Luna, representante de Asocarbón, manifestó a La Opinión que hay que actuar con las vías terciarias con prontitud, porque no están en buenas condiciones.

Juan Bautista, veedor de la vía Urimaco, confirmó que el paso de carga pesada por el corredor Urimaco-San Cayetano-El Zulia no está en condiciones para soportar tráfico automotor de carga pesada.

De hecho, desde ayer entró en vigencia el decreto 030, con el que el alcalde de San Cayetano, Javier Agudelo, restringe de manera indefinida el tránsito de vehículos de carga pesada y de más de dos ejes por vías terciarias que colindan con Cúcuta, desde el corregimiento de Carmen de Tonchalá hasta Termotasajero.

Esta posición de Agudelo fue cuestionada por Francisco Unda, director de la Andi Norte de Santander, tras considerar que es una medida arbitraria y que no contribuye al desarrollo de la región, porque en lugar de buscar alternativas, aumenta la problemática.

El líder gremial ratificó lo expresado por Vergel y señaló que hay que buscar una solución urgente, pues la carga está represada en esta zona del país.
  
Habla Infraestructura

El secretario de Infraestructura del departamento, Rafael Ramírez, dijo ayer que las dos vías alternas se encuentran en condiciones óptimas de transitabilidad.

Negó lo dicho por el director del Invías, Jesús Vergel, en torno a que hacían falta dos kilómetros por reparar en la vía Urimaco y uno en la de Puerto Santander-Agualsal.

“El compromiso fue brindar condiciones de transitabilidad y así lo están ofreciendo ambas vías en estos momentos. “Lógico, repararlas con todos los detalles de ingeniería y obras de hidráulicas demanda un presupuesto distinto, pero que ofrecen transitabillidad, la ofrecen, no cabe duda”, expresó Ramírez.

Por ambas vías se aspira a que circularán en promedio ocho mil vehículos diarios, de los cuales unos seiscientos son de carga pesada.