La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Región
Cultivos hidropónicos, una alternativa para las familias
Se produce principalmente acelga, lechuga crespa, lechuga de Mutiscua y lechuga morada.
Image
La opinión
La Opinión
Miércoles, 28 de Noviembre de 2018

Los cultivos hidropónicos son una alternativa para muchas familias de Cúcuta y el área metropolitana, para producir hortalizas a pequeña escala, que pueden complementar la alimentación en el hogar y constituirse en alternativa de ganancia por su comercialización. El cucuteño Javier Orlando Duarte Rojas, de 36 años, está convencido de que esa forma sencilla, limpia y fácil de cultivar y producir, puede representar una buena fuente de ingreso para las familias, que solo deben contar con un pequeño espacio en sus casas, tiempo libre y deseos de hacerlo.

Él, que ya está produciendo mediante ese sistema en una finca de La Parada en Villa del Rosario, quiere que su experiencia se multiplique y muchas personas aprovechen ese conocimiento y empiecen ya a producir vegetales que son de rápido crecimiento, nutritivos y libres de productos químicos.

Lo aprendido

Javier Duarte confiesa que antes de iniciar su proyecto no tenía ningún conocimiento, pero que se dio a la tarea  de indagar por internet todo lo relativo a los cultivos hidropónicos, acumulando además algunos saberes con la experiencia que sobre el tema tienen en otras regiones de Colombia.

Antes de iniciar el proyecto, se buscó superar los inconvenientes que pudieran presentarse en la ejecución, para hacerle las cosas más fáciles a quienes decidan intentarlo y tener sus cultivos hidropónicos en sus casas, de una manera artesanal y sin complicaciones.

Explicó que está produciendo hortalizas que por la poca altura sobre el nivel del mar, no deberían darse, pero que logró con la técnica aplicada.

"Quiero que lo aprendido sea del conocimiento de todos para que muchos lo puedan hacer  en sus viviendas, ya que no se requieren espacios muy grandes. La satisfacción será muy grande, porque la hidroponía o cultivo sin suelo fácilmente le puede dar el sustento a una familia, ya que los productos los pueden comercializar en el mercado local", precisó.

Lo que se invierte

El experto dijo que la primera inversión se hace en la tubería, la adecuación del sistema de riego y desde ahí en adelante todo es ganancia, porque los cultivos se dan por sí solos.

Explicó que en su experiencia particular, trabajó un sistema de rampla o camas, pero que en espacios pequeños se puede usar el sistema piramidal, que da buen rendimiento.

En la actualidad está produciendo acelga, lechuga crespa, lechuga de Mutiscua y lechuga morada, que son productos muy solicitados por las amas de casa; los está vendiendo a varios supermercados de cadena de Cúcuta.

Planea trabajar además con espinaca, cilantro de castilla, cilantro cimarrón, tomate cherry, acelga americana y baby, advirtiendo que mediante este sistema se puede dar cualquier tipo de cultivo como remolacha, tomate, zanahoria, cebolla, ajo, pimentón, entre otros. 

Su proyecto lo empezó a ejecutar el 15 de junio pasado, adecuando los primeros tubos, mirando las caídas y los niveles de agua, entendiendo en ese momento que lo explicado para pisos térmicos más fríos, no funcionaba en el área metropolitana de Cúcuta. 

"Se tuvieron que hacer modificaciones porque uno de los problemas detectados fue la retención de líquidos por la poca caída, lo que obligó a elevar más las camas, instalar tubos de unos centímetros más anchos, porque a mayor temperatura la planta crece a un ritmo más acelerado y en tan solo 22 días ya está para comercializar, mientras que un cultivo de piso requiere entre 35 y 40 días para que alcance el peso y el tamaño adecuado para el mercado". 

En la granja, por tener cultivos más grandes, están usando una motobomba de dos caballos de fuerza, que bombea el agua desde un tanque hacia las plantas, aplicando solo el líquido que necesita, porque en el sistema de  hidroponía la planta no compite con malezas y otros agentes que en el suelo la hacen más vulnerable y le restan nutrientes, haciendo su crecimiento más lento. 

Los tubos instalados son de dos pulgadas, por los que el agua circula cumpliendo un ciclo y retornando al depósito, lo que se repite las veces que sea necesario.

En camas de 21 metros, que constan de siete hileras de tubos instalados sobre soportes de madera, se producen 630 lechugas, lo que quiere decir que en 22 días una de esas estructuras le pude producir a una familia más de $600.000, porque cada lechuga empacada se vende a razón de $1.000. 

Las semillas se compran en los almacenes agrícolas y una caja cuesta alrededor de los $12.000 y trae entre 2.000 y 3.000 semillas. 

Se usan semilleros que valen cada uno $4.000 con capacidad para 160 matas, pero también se puede comprar la plántula, cada una a $10, que las traen de Mutiscua y otros municipios de Norte de Santander con climas más fríos y que dan buen rendimiento, puntualizó Javier Orlando Duarte.

Luis Eduardo Bautista - Periodista Q´Hubo*

Temas del Día