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El rincón mágico y natural en Villa del Rosario
Un espacio para ganadería se convirtió en ‘Gaia’, un área para el ecoturismo.
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Martes, 8 de Diciembre de 2020

Alejarse del bullicio de la ciudad para adentrarse a un lugar ‘mágico’ anclado en la cima de una montaña y caminar entre bosques, es el destino para los amantes de la naturaleza y existe en la zona rural de Villa del Rosario.

Lo que antes era un espacio para ganadería se volvió desde hace tres años un área para el ecoturismo y, sobre todo, para la conservación del medio ambiente. 

En este majestuoso rincón nortesantandereano ubicado en el kilómetro 26, en la vía que de Villa del Rosario conduce a Ragonvalia, son conscientes de su cuidado y por eso trabajan para seguir siendo una reserva natural de la sociedad civil, rescatando nacientes, sembrando árboles y respetando todo lo nativo que lo compone, por eso, llevan el nombre de ‘Gaia’, que en la mitología griega representa la diosa madre de la tierra.

Los tres bosques

(En este lugar no paran de sembrar árboles para fortalecer la naciente que atraviesa uno de sus bosques.)

Con una vista hacia la frontera colombo venezolana, quienes se disponen a desconectarse por completo, pueden hospedarse en habitaciones, camping y glamping (acampar al aire libre entre lujos) y lo pueden hacer entre tres bosques: Las Hadas, Los Sicomoros y La Naciente.

Ingresar al bosque de Las Hadas es conservar instantes inolvidables dentro de un pulmón verde que está dividido por una línea de piedras que en una parte es más selvática, manigua y hasta más jungla, mientras que la otra mitad es caminar entre pinos y donde se practica el senderismo.

Los Sicomoros es el bosque más grande que hay en Gaia, recibió ese nombre en honor a Romeo y Julieta y por eso su balcón lleva el nombre de ella, donde hay espacio para realizar yoga y para contemplar la variada diversidad de aves, así como consentir a los caballos que fueron instalados justo en esa parte.

Sagrado, intocable, puro y mágico es el bosque de La Naciente, rodeado de un follaje de árboles que le permiten un contacto único con la naturaleza, quienes se han atrevido a ingresar se encontraran con el punto fantástico donde brota el agua de la tierra.

Más para disfrutar

Aunque la zona ha sido afectada por la violencia a través de los años, los esfuerzos para mostrar la extrema belleza de este rincón natural comprueba que cualquier región por más estigmatización que haya, puede florecer de nuevo.

Ese es el propósito de este emprendimiento turístico, donde además se puede disfrutar de la tranquilidad de una capilla empedrada, el agua fría de una segunda naciente que da a una piscina, donde también pueden rodearse de un jardín de colores. 

Por las noches, debido a su inexistente polución y casi nula contaminación lumínica los campistas podrán realizar astrofotografía por las óptimas condiciones que ofrece el lugar para los amantes de esta actividad de visualización.

Los encargados han logrado la productividad económica en la zona y aunque se ha opacado a raíz de la pandemia generada en el planeta por el coronavirus, a través de la Alcaldía de Villa del Rosario les entregaron el permiso para abrir sus puertas, cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad para evitar el contagio de la COVID-19, y así se permite disfrutar de este espacio natural.

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