María Celina Ortiz, una mujer que se encargó de cuidar por más de 30 años la sede de la Asociación de Usuarios Campesinos, en Ábrego, entregó la que se convirtió con el pasar de los días en su vivienda.

En la sede se alojaban los campesinos provenientes de varias veredas de esa zona del departamento, pero grupos armados hicieron presencia en el lugar, lo que provocó que los labriegos fueran desapareciendo y que el sitio quedara solo habitado por María Celina. 

Hace poco, la Unidad de Restitución de Tierras (URT), le informó a la cuidadora que la casa estaba siendo solicitada en restitución, por parte del actual presidente de la Asociación, Jorge Angarita, quien inició el trámite con el fin de recuperar el inmueble y recobrar su razón social.

Después de culminar con los procesos, el Tribunal de Restitución de Tierras de Norte de Santander, falló a favor de la Asociación y declaró como segundo ocupante a María,  quien recibirá una vivienda de similares características a la que cuidó por tres décadas. Mientras que la decisión es materializada, recibirá dinero para el pago de un arrendamiento.

“Es algo exitoso para la Asociación, por eso agradecemos a la Unidad de  Restitución, porque así se van a beneficiar los 40 asociados y, además, María Celina, quien administró la casa durante tanto tiempo”, aseguró Jorge Angarita.

María Celina era la encargada de mantener camas, colchonetas y frazadas en la casa al servicio de quienes las necesitaran. Ella, decidió entregar la sede voluntariamente y ahora esta última será remodelada, tendrá un salón de reuniones y un área de alojamiento para los campesinos que lleguen a fomentar las ventas de sus productos. 

“Es una muestra del compromiso que se tiene por la reparación de estas comunidades que sufrieron la violencia. En cuanto a la compensación de María Celina, se le ha reconocido un grado de vulnerabilidad y por eso podrá adquirir un nuevo predio, dentro del margen del avalúo comercial”, afirmó el director de la URT en Norte de Santander, Edward Álvarez.