Miembros de la Fiscalía, en desarrollo de una investigación anticorrupción, adelantaron una operación especial de allanamiento en el hospital Jorge Cristo Sahium de donde se llevaron los contratos correspondientes a los últimos cuatro años.

La investigación corresponde al periodo comprendido entre abril de 2012 y el 31 de marzo de 2016, cuando se desempeñó como gerenta Erika Aparicio León, revelaron fuentes cercanas al proceso.

Contra ella hay denuncias por violaciones al estatuto de contratación, incumplir los requisitos para desempeñarse en ese cargo, por designar al subgerente sin el lleno de los trámites respectivos y de incluirlo, posteriormente, como miembro de la junta. Esas y otras situaciones denunciadas son investigadas por el ente acusador.

Dentro de los hechos se encuentra el expuesto en el  radicado 400160011134201301326 por la presunta contratación de personal para el centro asistencial por intermedio de un tercero, cuya sede no existía y que se quedaba con más de la mitad del salario.

Dentro de las pruebas que se encuentran en manos de la Fiscalía, se encuentran constancias laborales como una del 6 de mayo de 2014, en la que Sindprosalud registró que una auxiliar de enfermería recibía un salario de $721.300  pero el hospital le desembolsó  a ese intermediario contratador entre un $1’490.900 y  $1’905.000, por ese empleo.

Los encargados de indagar sobre este y otros hechos irregulares en la tercerización de la vinculación de personal, deben confirmar si en las sedes donde al parecer funcionaban otras cooperativas que suministraban personal, en realidad lo que la gente encontraba era una peluquería y un laboratorio.

Contra la exgerenta Erika Aparicio León y representantes de las firmas que ella contrató, muchos empleados interpusieron denuncias penales y disciplinarias, por utilizar la figura de un operador que se quedaba con el 50 por ciento de la nómina del personal médico y administrativo del hospital Jorge Cristo Sahium.

De ella se recordó que la Contraloría la investigó por presunto detrimento patrimonial por  la fiesta para celebrar el Día del Empleado, en la que se gastaron más de nueve millones de pesos en licores, comida y cerveza, el 5 de octubre de 2012.

La Opinión