“Unos pocos que vienen del vecino país buscan a punta de cincel y piedra quitar los tubos que con tanto esfuerzo se ubican para mejorar el paso en los pontones”.
Así relató el alcalde de Tibú, Jesús Escalante, el nuevo problema que generan algunos migrantes que pretenden ‘ayudar’ a los conductores para pasar por estas estructuras y darles limosna.
“Sueltan los tubos, se los roban, los venden, y encima cobran para ayudar a pasar a la comunidad”, señaló el mandatario, quien anunció que hará lo que corresponda, en materia legal, mientras reconstruye los pontones con algunos recursos de la Gobernación, y tubos “de segunda” aportados por Ecopetrol, “pero que sirven para el trabajo”.
De los 18 pontones ubicados en la vía de acceso a Tibú, 13 de ellos tienen estudios y diseños para su mejoramiento, y se espera que antes del 15 de enero de 2018 se inscriban en el plan Obras por impuestos, en el que “Ecopetrol está interesado para, en lugar de pagar impuestos a la Nación, invertir en el territorio, y se les abona que mejoren la vía de Tibú”, agregó Escalante.