Norte de Santander hace parte del grupo de departamentos con mayores posibilidades de sufrir inundaciones y deslizamientos de tierra en la temporada de lluvias en marcha y, peor aún, en caso de activarse el fenómeno de La Niña.
La revelación la hizo el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), y fue ratificada por el sistema de alertas tempranas de la dirección Nacional de Gestión del Riesgo, tras un estudio que se adelantó en 24 departamentos con suelos susceptibles de padecer estos fenómenos naturales.
El estudio contempló las áreas de las cuencas media y baja de los principales afluentes, al igual que las localizadas en el paisaje de planicie, la región Caribe y los valles interandinos de los ríos Cauca, Magdalena, Sinú, San Jorge y Bogotá.
La zona fronteriza con Venezuela en inmediaciones de los ríos Táchira, Margua, Zulia, Pamplonita, Sardinata, Río de Oro, Catatumbo y Tarra, conforma las áreas de alta amenaza en Norte de Santander, concluyó el estudio.
De hecho, el fuerte impacto ya se ha evidenciado con las lluvias de comienzo de año en El Catatumbo, la provincia de Ocaña y en municipios como Toledo, Labateca, Silos, Cácota, Pamplona, Pamplonita, Chitagá y Tibú, entre otras zonas.
En ellas, además de inundaciones las poblaciones se han visto afectadas por los derrumbes, que dejan serios daños en la infraestructura vial.
Según el Igac, de las 114 millones de hectáreas del país, 24,4 por ciento presenta algún tipo de susceptibilidad o amenaza; es decir que 27,8 millones de hectáreas tienen suelos característicos para presentar fenómenos de remoción en masa, inundaciones o actividad sísmica y volcánica.
Dentro de este paquete, 2,5 por ciento corresponde a suelos susceptibles a las inundaciones, los cuales abarcan un total de 2,9 millones de hectáreas.
Según Juan Antonio Nieto Escalante, director General del Igac, estos terrenos deben estar bajo la lupa de las autoridades encargadas de la prevención del riesgo, ya que debido a la temporada de lluvias y las altas probabilidades de que se presente el Fenómeno de La Niña a finales del segundo semestre en el país, los hace aún más susceptibles a presentar trágicas inundaciones, lo que conlleva a pérdidas materiales, económicas y humanas.
Precisó que los suelos susceptibles de inundación están ubicados en las cuencas media y baja de los principales afluentes del país, entre ellos los de Norte de Santander, en los que también hay serias probabilidades de que se desencadenen derrumbes y remociones en masa.
El Igac indicó que en estos departamentos con serios riesgos de inundaciones y deslizamientos de tierra se deben prender ya las alarmas por contar con este tipo de suelos inundables en algunos de sus territorios.
“Estos terrenos no son aptos para el uso habitacional, razón por cual las autoridades deben advertir a las personas que allí habitan sobre las consecuencias que podrían padecer en la actual temporada de lluvias”, dijo Nieto.
Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, a la fecha se han registrado 391 eventos en el país relacionados con el invierno: 156 inundaciones, 107 deslizamientos, 92 vendavales, 22 crecientes súbitas, 4 tormentas eléctricas, 5 avalanchas, 3 avenidas torrenciales y 2 granizadas; el saldo de personas fallecidas es de 21.
Carlos Iván Márquez, director de esta unidad, sostuvo que en Norte de Santander se tiene monitoreo constante en estas zonas de alto riesgo con el sistema de alertas tempranas, lo que permitirá tomar acciones en caso de sospechas de amenaza de inundaciones y derrumbes.
La Opinión
