Los atractivos naturales de Santander, las playas del atlántico y el pacífico, los colores del eje cafetero y la variedad natural de la amazonía nacional, le siguen ganando la partida al turismo nortesantandereano, que esta semana volvió a medirse frente a los grandes del país y del mundo, en la Vitrina Turística de Anato, que cumplió su versión anual 37.
La misión de promover al departamento como destino la hizo un grupo de más de 10 agencias de viaje en compañía de la Corporación Mixta de Turismo, algunos hoteleros y las cámaras de comercio de Cúcuta, Pamplona y Ocaña.
La tarea es titánica. No es fácil transformar un departamento que se ha caracterizado por ser emisor de turistas en receptor de turismo y eso es lo que viene intentando desde hace 20 años cuando comenzó la participación en este encuentro.
Sin embargo, el esfuerzo casi solitario que hacen no ha generado grandes cambios. Un ejemplo de ello son las cifras reveladas por el Sistema de Información Turística de Norte de Santander (Situr). De acuerdo con este portal, el año pasado, en diciembre –que es la principal temporada de viajes para el turismo nacional- el 81% de los 2.000 visitantes encuestados no pasó ninguna noche en el departamento. La principal razón es que la mayoría estaba de tránsito y el (82%) de los visitantes eran de nacionalidad venezolana.
Una vez más, el departamento hizo presencia en la vitrina turística de Anato.
Otro dato importante que refleja la baja dinámica del turismo interno es que el 90% de las agencias de viaje existentes se dedican a la venta de paquetes turísticos hacia destinos nacionales e internacionales, pero no locales. Se calcula que solo un grupo superior a 10 agencias de viajes, trabajan por el turismo interno.
Lina Silva, directora de la Comisión Mixta de Turismo, indicó que uno de los problemas “es que aún nos siguen confundiendo con Santander”, el departamento vecino geográficamente y también en la vitrina, cuyo stand estuvo ubicado justo frente al de Norte de Santander, que estaba inspirado en el centro histórico de Villa del Rosario.
“No hemos logrado consolidarnos como un destino para la industria del turismo. Necesitamos un atractivo, algo que nos identifique, que haga que la gente venga a Norte de Santander por eso, algo que no tenga nadie más. No necesitamos un parque del café o un parque de diversiones, eso ya lo tienen otros”, dijo Silva.
Con relación a las obras, vale recordar que el alcalde de Cúcuta, César Rojas, ha insistido en la construcción de proyectos para promover este sector como: Parque La Vida ($20.0000 millones), Parque Lineal ($50.000 millones), Parque Metropolitano de Atracciones Mecánicas ($65.000 millones), Mirador Reserva Las Lomas ($3.000 millones) y el Centro Ferial ($5.000 millones), entre otras.
Pamplona tiene las condiciones para ser uno de los principales atractivos.
Ahora, la pregunta es si este tipo de obras realmente sirven para impulsar el turismo. Julián Guerrero, vicepresidente de Turismo de Procolombia, entidad encargada de promover el país en el exterior, respondió que antes que grandes proyectos, “lo importante es apuntarle a aquellos productos que tienen potencial en cada región determinada y no emular a aquellas regiones que porque les va bien en turismo hay que hacer lo mismo que ellas”.
Así mismo, Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), explicó que “todos los destinos quieren tener un gran parque y un centro de convenciones, pero no creemos que esto deba ser así. Para llenar un centro de convenciones o un parque como Panachi (Santander) hay que hacer un trabajo previo para atraer turistas y cuando se haga ese trabajo es que se pueden hacer ese tipo de cosas”.
Por eso, lo que recomiendan los expertos es que antes de hacer obras que pueden terminar en un ‘sin sentido’, primero se debe determinar el tipo de fortalezas turísticas del departamento y trabajar de forma conjunta para desarrollar los productos y promocionarlos.
En el caso de Norte de Santander, por ejemplo, se tiene claro gracias a una iniciativa que lideró hace varios años la Cámara de Comercio de Cúcuta, que el potencial turístico es el histórico, cultural y de naturaleza, por lo que allí se deberían centrar los esfuerzos.
Tras una inversión de 2.179 millones de pesos, el cerro Jesús Nazareno no ha logrado consolidarse como un atractivo turístico de Cúcuta ni el departamento.
Entonces la clave es entender qué se tiene, cómo venderlo y a quién. El experto de Procolombia dijo que es importante asimilar la variedad de turismo y turistas existentes. “No todos buscan hoteles de lujo. Mucha gente viene a hacer turismo de aventura, a hacer camping, conocer hospedajes no tan cómodos, a llegar a lugares más remotos sin gran infraestructura vial. Depende del tipo del turismo”.
Lo que sí es indispensable para la promoción del turismo es que la industria privada reciba el apoyo de las entidades regionales (Gobernación y alcaldías), las cuales se deben vincular a la actividad, el desarrollo de los paquetes turísticos y la promoción del destino.
“La experiencia nos ha mostrado que los departamentos que tienen gobernantes que le apuestan al turismo son los que salen a mostrar esos paquetes en las ferias internacionales y nacionales con las agencias de viajes”, dijo Cortés.
“Un gobernador y un alcalde que quieran saber de turismo y no vengan a la vitrina, no entienden el sector. Este es el evento más importante del país, donde están todos los actores de la cadena”, aseguró la presidenta de Anato, destacando la labor de los líderes regionales que hicieron presencia en la muestra turística, grupo del que no hacen parte los líderes de las entidades territoriales de Norte de Santander, que una vez más, brillaron por su ausencia y falta de apoyo…
