Los trabajos de la cancha y el salón comunal del barrio Santa Clara, en Los Patios, han avanzado de a poco. El cerramiento del espacio, la limpieza del terreno, el reforzamiento de los gaviones, y los sumideros de lluvia es lo único que se ha podido hacer.

La obra está detenida porque faltan los permisos de Corponor para quitar algunos árboles. Pero su tardanza repercute en la obra del puente Benito Hernández, que no puede avanzar mientras el problema de la cancha persista.

Mientras esto ocurre en un extremo del barrio, en su entrada, y paralelo al viejo puente Benito Hernández, aún están el antiguo salón comunal y la cancha. Ambas estructuras deben ser derribadas para darle paso a lo que será el nuevo puente paralelo al existente sobre el río Pamplonita (aguas arriba) hacia a Los Patios. 

San Simón está a la espera del procedimiento de entrega por parte de la alcaldía de Los Patios de ambos espacios para continuar con la construcción del puente.

El gerente de la concesionaria, Carlos Villamizar, explicó que ya los predios de las tres casas, que están al lado del salón, fueron finiquitados, incluso, sus propietarios empezaron a desalojarlas.

Pero la comunidad no quiere entregar los viejos espacios hasta tanto no comiencen  las nuevas obras.

San Simón extenderá el nuevo puente paralelo hasta donde terminan las tres viviendas, y espera por el resto de los predios para concluir la obra hasta la glorieta de Pinar del Río. En julio deberían estar entregados los trabajos.

Mientras no se concrete esta entrega se ve afectada la obra. Actualmente, explicó Villamizar están trabajando en las barreras protectoras laterales.   

El Igac

El Igac respondió el derecho de petición que hizo una veeduría de Los Patios por el caso del terreno donde está el asadero la Llanerada de Yesid, y donde la comunidad de Santa Clara reclama que se construyan los dos espacios.

El derecho de petición, con copia a la Procuraduría Regional y la Fiscalía, solicita aclarar el nudo jurídico que existe con el predio. 

El Igac en el documento de respuesta precisó que recibieron una solicitud de inscripción de un trámite de mejoras, y la interrogante del veedor es por qué se hizo a nombre de un hombre fallecido en 2001. A esto precisó el instituto que el Igac no es quién para decir y saber si esa persona está muerta, viva, o es un familiar o un vecino. Indicaron que no les compete determinar eso.

Detallaron que para inscribir una mejora debe hacerse  sobre un terreno. De no existir dicho terreno es imposible inscribirla. El Igac sostuvo que con el documento del predio matriz inicial se hizo la inscripción para solventar la solicitud hecha por los propietarios del restaurante, que lleva asentado en ese sitio más de 10 años.

“Como no tenemos un propietario, es el dueño inicial de la escritura el que tiene derecho a la inscripción. Por registro buscamos la escritura matriz”, precisaron.

Aseguran que esa es la norma a seguir.

Según el instituto, los propietarios del restaurante solo son dueños de las mejoras.

El jurídico de la junta de acción comunal, Serafín Hernández, señala que esas tierras son ronda de río. La disputa sigue, y la alcaldía mantiene que La Llanerada se va.