Más de 600 madres gestantes de los municipios más lejanos de Norte de Santander forman parte del programa de detección temprana de malformaciones que emprendió la Gobernación. Tener acceso a estudios médicos especializados para salvar la vida de la madre y del nuevo integrante de la familia es el objetivo del plan.

La gestora social, Cecilia Soler, explicó que esta campaña durante el 2018 ha brindado esa oportunidad a 100 nuevas madres, pero precisó que la meta este año es llegar a unas 300 mujeres.

Detalló que a través de una ecografía de tecnología de última generación el especialista reconoce si el bebé tiene algún problema en la formación del corazón, de los intestinos o de cualquier otra enfermedad a nivel físico que se puede visualizar en el ecograma.

El médico perinatólogo, Pablo Galvis Centurión, explicó que este tipo de examen lo hacen a las mujeres que desarrollen un embarazo entre las 18 y 30 semanas y que además pertenezcan al régimen subsidiado de salud.

El especialista afirma, que los esfuerzos se han concentrado en municipios alejados de la capital nortesantandereana donde muchas veces las gestantes no acceden a estos servicios, ya sea porque en el centro de salud local no cuentan con ello, o porque no asisten a la cita.

Sobre ese aspecto, en la más reciente jornada de toma de ecografías practicadas en Chinácota, también se atendieron mujeres de Herrán y Ragonvalia, y se encontraron dos casos de madres que a pesar del avanzado estado, no se habían practicado una ecografía.

Carmen Ramírez, de 27 años, habitante de Herrán, fue una de ellas y aunque quedó descartado cualquier problema en su hijo, concuerda con el médico en la necesidad de realizar estos exámenes para evitar complicaciones más adelante.