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Salud
La incontinencia, el 'tabú' que afecta a 200 millones de personas en el mundo
El 50% de las personas que viven con incontinencia no consultan un médico por vergüenza.
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Martes, 15 de Marzo de 2022

Existe, pero no se habla de ella. Aunque es más común de lo que se cree y muchas personas la padecen, más del 50% no consultan a un médico por vergüenza. La incontinencia es una afección que tanto hombres como mujeres se acostumbran a soportar en silencio. Esta condición se caracteriza por perder el control de la vejiga y tener escapes de orina de manera involuntaria.


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Se calcula que la enfermedad afecta alrededor de 200 millones de personas en el mundo sin distinción de sexo o edad. El impacto en las mujeres es significativo: se estima que 1 de cada 3 sufre pérdidas de orina a partir de los 50 años. En el caso de los hombres, 1 de cada 4 a partir de los 40 años se ven afectados, y se calcula que alrededor de 43 millones de hombres tienen esta condición en el mundo.

Una de las razones que aumentan la prevalencia de esta enfermedad es que los pacientes evitan consultar al médico al no querer mencionar algo que afecta al ámbito íntimo. Como muestra de lo anterior, las personas que viven con esta condición no piden asistencia médica hasta que empieza a afectar sus actividades, y de hecho se estima que las mujeres esperan 6,5 años y los hombres 4,2 años para acudir a un profesional.

La persistencia de este tabú provoca que empeore una situación que tiene solución, sobre todo cuando se trata a tiempo. El 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Incontinencia Urinaria y Retoma el Control es una iniciativa que abre un espacio para pacientes y sus familiares que busca visibilizar esta condición, educando a través de acceso a información y apoyar estas personas a buscar ayuda de manera oportuna para acceder a tratamientos y vivir una mejor calidad de vida. 

 

Hablemos de las causas 

La incontinencia urinaria se produce cuando los músculos que sostienen la uretra (músculos del piso pélvico) y los que controlan la liberación de la orina (esfínter urinario) se debilitan. Este debilitamiento hace que algunos movimientos diarios, como estornudar, inclinarse, levantarse o reírse mucho, ejerzan presión sobre la vejiga y provoquen la pérdida de orina. Estos son algunos de los tipos de incontinencia:


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La incontinencia de esfuerzo: Sucede cuando se escapa orina al momento de ejercer presión sobre la vejiga, ya sea al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar algo pesado.

Incontinencia urinaria por urgencia: Hace referencia al momento en el que la persona tiene una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina. Es posible que tenga que orinar con frecuencia, incluso durante la noche. La incontinencia urinaria por urgencia puede deberse a una afección menor, como una infección, o a un trastorno más grave, como un trastorno neurológico o diabetes.

Incontinencia por rebosamiento: Sucede cuando se experimenta goteo de orina frecuente o constante debido a que la vejiga no se vacía por completo.

La condición puede ser causada por determinados hábitos diarios, enfermedades subyacentes o problemas físicos. Una evaluación exhaustiva a cargo del médico puede ayudar a determinar lo que la produce.

Consecuencias: Baja actividad sexual, pérdida de autoestima e impacto negativo en el día a día 

La cotidianidad de las personas que viven con incontinencia se ve envuelta en situaciones incómodas debido al no tratamiento de la enfermedad. De acuerdo con el Estudio de Prevalencia del Observatorio Nacional de la Incontinencia, el 35% de hombres no conoce la existencia de absorbentes masculinos y solo un 7% los usa, y en su lugar recurren a compresas femeninas, papel higiénico o doble calzoncillo . Adicionalmente, el 45% admite que esta afección interfiere en su vida sexual, al 20% le afecta en su trabajo, y el 90% se siente más inseguro debido a este problema e incluso dice sentirse deprimido. Del mismo modo, se estima que aproximadamente un 30% de las mujeres que padecen este problema se privan de tener relaciones sexuales por vergüenza e inseguridad, y el 40% dejan de hacer actividades de ocio o deportivas.

Una solución nueva para un problema viejo

Para tratar esta condición que aqueja a millones de personas al año, la ciencia ha desarrollado dispositivos de última tecnología que disminuyen el impacto y tienen resultados eficientes para la calidad de vida del paciente.


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Entre ellos se encuentra la neuromodulación, la cual posibilita que millones de personas reanuden sus actividades cotidianas y tengan mejores condiciones de vida. Este procedimiento restaura la función normal de la vejiga estimulando suavemente los nervios sacros a través de un electrodo que se inserta debajo de la piel. Se trata de una intervención mínimamente invasiva, de muy bajo riesgo y completamente reversible — más de 325.000 personas por casi 20 años han recibido este tratamiento.

Los médicos suelen recomendar la neuromodulación cuando los pacientes tienen incontinencia urinaria muy severa y no responden a los tratamientos conservadores como fisioterapia de suelo pélvico o fármacos.

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