Los colombianos continúan asombrados por el presunto feminicidio de Ana María Serrano, una joven de 18 años, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 12 de septiembre en su casa en México.
El principal sospechoso de la muerte de la joven es Alan Gil Romero, de 20 años, con quien Ana María sostuvo una relación que había terminado un tiempo atrás.
“Ellos llevan una relación de año y medio, ya desde junio habían terminado. Él le llamaba mucho, le mandaba muchos mensajes, sí la acosaba bastante, le rogaba que regresara. Parece que a partir del domingo comenzó ya a amenazarla”, dijo la madre de la joven, Ximena Céspedes a Semana.
La madre manifestó a dicho medio de comunicación que su hija no tenía enemigos, se llevaba bien con todo el mundo y por eso no tenían sospechas de nadie más.
Lea: Un mundo fragmentado se reúne en la ONU, en medio de crisis sin precedentes
“No había nadie más que estuviera detrás de algo así, todo el mundo la quería, ella era de esas niñas que de verdad tienen un brillo importante en la vida y entonces no hay nadie más que hubiera podido hacerle algún daño”, comentó Céspedes.
¿Cómo se conocieron Ana María y Alan?
Según la madre de la adolescente, su hija y el presunto feminicida se conocieron el el colegio donde estudiaron juntos y por ello, posteriormente, se formó una relación amorosa.
“Se conocían de toda la vida, pues obviamente eran amigos, con otros amigos de siempre, del mismo colegio”, cuenta Ximena Céspedes.
Y añadió: “Lo único que sabemos es que lo detuvieron el día de ayer, que fue muy rápido, en cuatro días se levantó el caso. Se entendió que sí era un tema de feminicidio y ya a partir de ahorita vendrá un tema de juicio”.
Conozca: India intenta contener el Nipah, un virus mortal, con medidas que recuerdan al covid-19
Su familia clama por justicia
La joven quien era sobrina del exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, aseguró en su cuenta de X “Nunca creí poder estar tan cerca de un acto tan brutal como un feminicidio. Hoy con el dolor en el alma y el corazón no puedo aceptar quedarnos callados a que impunemente ese tipo de actos sigan en cualquier lugar del mundo. Le sucedió en esta oportunidad a mi sobrina Ana María Serrano Céspedes en México, y lo único que se quiere es justicia”, indicó.
