Érika Aponte Lugo, la mujer asesinada este domingo, Día de las Madres, en un centro comercial de Bogotá, había denunciado a su agresor por violencia y en ese caso se le había “otorgado medidas de protección”. La víctima fue atacada con dos disparos a la cabeza, que acabaron con su vida en el mismo establecimiento en el que trabajaba.

Aponte Lugo, una joven de 26 años, fue atacada por su expareja, Christian Camilo Rincón Díaz. Estaba trabajando cuando su agresor llegó al lugar en el que sostuvieron una discusión. Frente a quienes visitaron el lugar para celebrar el Día de las Madres, su victimario le disparó con un arma de fuego y luego intentó suicidarse con un disparo en la cabeza.

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Sobre estos hechos, la Personería de Bogotá informó que logró establecer que el pasado jueves 11 de mayo Aponte Lugo se comunicó a través del servicio telefónico denominado “llamada de vida” de la Secretaría Distrital de Integración Social para poner en conocimiento la situación de violencia de la que era víctima.

A raíz de esto, se le “otorgaron medidas de protección provisionales, se solicitó acompañamiento y protección al Comando de Policía de Soacha, lugar en el que la víctima reportó la residencia y se trasladaron las medidas para que la Comisaría de dicho municipio definiera el asunto de conformidad con la ley”.

Rincón Díaz sobrevivió a su intento de suicidio y fue trasladado a la Clínica Santa Fe. Allí, según el reporte que entregó la Policía el domingo en la noche, era atendido y se encontraba bajo pronóstico reservado. El asesino falleció este lunes en ese centro de salud, según informaron las autoridades.

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