El hombre está ligado ancestralmente con las plantas. En diferentes culturas son vistas como símbolos de bienestar, abundancia y en otras, cuando un árbol muy preciado se marchita, es premonición de muerte.

A la luz del Siglo XXI, estas tradiciones cobran vida con el arte de cultivar bonsáis, mediante técnicas como el trasplante, poda, corte de raíces y el alambrado de las ramas.

Paciencia y amor por la naturaleza son las características que debe tener quien desea iniciarse en este arte, pues no se trata solo de ir al vivero a comprar el árbol. Cuando el bonsái está establecido, el mantenimiento se hace cada año.

Una vez se hace el cambio de sustrato, debe ponerse la planta en un lugar sombreado y con ventilación. Para el cuidado de las hojas lo indicado es aplicar cada mes un insecticida que controle piojos y ácaros. Además, quincenalmente, puede regarse con urea o triple 15 -una cucharada diluida en un litro de agua-, para nutrir el bonsái.

A continuación les damos a conocer los pasos para el mantenimiento de su bonsái, los cuales son referenciados por el ingeniero agrónomo y especialista en taxonomía vegetal, Evaristo Alberto Carvajal Valderrama.

El primer paso a la hora de hacerle mantenimiento al bonsái, es sacarlo cuidadosamente de la matera y con una tijera o una espátula de madera, remover la tierra de los bordes para liberar las raíces. Debe conservarse la forma ovalada (dependiendo de la maceta) y tenerse cuidado de no afectar la raíz madre del bonsái.

Una vez se ha removido la tierra, debe hacerse el corte de un tercio de las raíces. Para ello se utilizan tijeras y el corte se hace por los bordes. Con la mano puede desprender parte de las raíces. Mientras prepara la matera para ponerla ahí nuevamente, ponga la planta en una cubeta con agua para refrescar el bonsái.

Para evitar que las raíces al crecer se salgan por los orificios, diseñados para liberar el agua del riego, debe ponerse una malla y asegurarse con alambre en forma de U. La malla debe ser al menos dos centímetros más grande, por cada lado, que el orificio. El método también  evita que los nutrientes de la tierra se pierdan.

Una vez se instala la malla protectora, debe ponerse sobre ella una capa de gravilla (piedras de similar tamaño) para crear una cápsula que permita respirar al bonsái, e impida que los nutrientes del suelo se liberen al exterior cuando se hace el riego diario. La planta siempre debe permanecer húmeda, más no inundada.

El abono es fundamental para garantizar el sano crecimiento del bonsái durante el año siguiente al mantenimiento cuando la planta está establecida. Así, sobre la capa de gravilla, ponga otra de abono, teniendo en cuenta que sobre ella se pondrá el bonsái y debe quedarle espacio a la planta para que las raíces vuelvan a crecer.

El último paso es introducir nuevamente el bonsái en la matera. Los bordes donde fueron eliminadas las raíces deben cubrirse con abono y al estar totalmente cubierta la planta, se compacta la tierra, teniendo cuidado de que no quede firme para facilitar el riego. Luego puede decorar la base con piedras de colores.

Doce pasos para obtener un bonsái en casa

El ingeniero agrónomo y especialista en taxonomía vegetal, Evaristo Alberto Carvajal Valderrama, es experto en el arte de cultivar bonsáis y señala que para un clima como el de Cúcuta los bonsáis ideales son de frutales, pinos (estrella-rastrero), guayacanes, acacias y los típicos carboneros que crecen en las orillas del río Pamplonita.

De acuerdo con el especialista y docente de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), para obtener un bonsái deben seguirse 12 pasos.

1. Debe definirse el estilo del bonsái (la forma que se le quiere dar) y seleccionar apropiadamente el árbol.

2. Seleccionar cuál será el frente del árbol.

3. Buscar que el tronco del árbol tenga un adelgazamiento desde la base hasta el ápice.

4. Definir la altura que se le quiere dar al árbol

5. Cortar el tallo de acuerdo a la altura escogida (30-40 centímetros es el promedio).

6. Luego deben cortarse las ramas entrecruzadas, de acuerdo a la forma escogida.

7. Para que las ramas tengan una caída hacía abajo, que es lo natural en los árboles, se envuelven por un alambre y se moldean, teniendo cuidado de no fracturarlas.

8. Se hace el primer corte de un tercio de las raíces con tierra para no deteriorar el prebonsái.

9. Se encajona en un matero de entrenamiento -profundo- que contenga buena materia orgánica para que se produzcan las raicillas.

10. Se hace la segunda poda del segundo tercio de raíces.

11. Se hace un nuevo corte buscando que el sistema radicular profundo se convierta en superficial para que encaje en un matero plano.

12. Encajar la planta en un matero plano y la planta se transforma en bonsái.

De acuerdo con el experto Evaristo Carvajal, cada paso se demora entre dos y tres meses.

(Evaristo Carvajal)