Todo está listo en casa para la llegada del nuevo bebé. A penas la mamá se baja del carro cargando en brazos al recién nacido toda la familia sale a recibirlo con besos, abrazos y regalos.

En un rincón de la sala María José, 3 años, no entiende el por qué de tanto alboroto. Para ella su nuevo hermanito no es más que un muñeco parlante que llora todo el día y que quiere quitarle el cariño de sus padres.

Es normal que la niña sienta celos. Ella es el centro de atención familiar y no está dispuesta a compartir su puesto con nadie. El enfado, el capricho y la desobediencia serán sus aliados en esta etapa de aceptación.

“Lina no tenía hermanos y todos la querían. Ahora nadie alza a Lina y la mamá ya no juega con ella por cargar al bebé”, murmura la niña, al creer que su hermano será su competencia en la casa.

Su madre la llama con dulzura y le presenta al nuevo miembro de la familia, mientras le da un regalo, y le dice que Matías, su hermano, se lo trajo para más adelante jugar juntos.

La pequeña mira al bebé y lo besa, al tiempo que le advierte que papá y mamá son de los dos y no de él solo. Lo arropa suavemente y le dice que cuando  él crezca van a jugar con todos sus juguetes.

María José pasó la primera prueba de contacto con su nuevo hermano. Ahora sus padres enfrentan un nuevo reto: trabajar en familia para que la pequeña no se sienta desplazada y empiece a crear lazos de afinidad y cariño con el bebé.

Pero, ¿qué tan recurrente es esta situación?, y ¿cómo se preparan padres e  hijos  para este nuevo reto?, a continuación algunas recomendaciones para que la llegada de un nuevo bebé a la familia no se convierta en un caos para los más pequeños de la casa.

Alistándose para el nacimiento

El niño debe enterarse oportunamente de la llegada del nuevo miembro de la familia. Muchos padres esperan a que finalice el primer trimestre de embarazo para darles la noticia. Hágalos participes de este acontecimiento:

-Ponga la mano de sus hijos mayores en su barriga para que vayan reconociendo a su nuevo hermano. Permítales sentir los movimientos del niño en su interior, para que se familiaricen con el bebé.

-Pídale a su hijo que le ayude a preparar el cuarto para recibir al bebé. Deje que él escoja parte de la decoración, y busquen juntos un nombre para el bebé.

-Juegue con su hijo e imagine que cosas harían juntos cuando llegue el nuevo hermanito, como salir al centro comercial, ir a piscina, ver películas, y leer cuentos. Deje que su hijo proponga y cúmplale lo prometido.

Cuando el niño está entre 2 y 4 años es más complejo este proceso, por lo que se debe ser más paciente y evitar regaños. Si el niño está entre 5 y 7 años será más fácil el proceso de aceptación.

Un nuevo bebé en casa

Con el nacimiento del bebé  las atenciones empiezan a dividirse en el hogar y los horarios se reajustan a las necesidades del pequeño.   Los padres deben evitar que esta nueva situación incomode o haga sentir mal a sus hijos mayores y deben sacar un tiempo para compartirlo a solas con ellos.

Leerles un cuento, ver una película o ir al parque, podrían ser de gran ayuda, con el fin de mostrarle al niño que los padres atenderán las necesidades de cada uno de sus hijos por igual.

Es importante fomentar espacios de encuentro entre ambos hijos y darle a entender a los niños que el bebé necesita de su ayuda para adaptarse a un nuevo ambiente fuera de la barriga de mamá.

Invitar a los niños a ayudar a bañar al bebé, cantarle,  darle el tetero y vestirlo, es una gran oportunidad para fortalecer esos primeros vínculos. Ya que el niño sentirá que el bienestar de su hermano también depende de él.

Procure que en  las reuniones familiares el bebé no acapare toda la atención. Exalte la labor de su hijo mayor en la casa y cómo es su desempeño en el colegio o el jardín para que él no se sienta desplazado.

Para tener en cuenta

No se asuste por las regresiones: si su hijo mayor (2 a 4) años  le pide de nuevo  tetero o chupo déselo. Las regresiones a etapas anteriores son la forma que tiene el niño de decir que desea ser como el bebé. Esto se le pasará rápidamente.

Corríjalo con dulzura: si su hijo tiene excesivas muestras de cariño con el bebé y lo abraza fuertemente hasta hacerlo llorar no lo regañe. Pídale que lo consuele y háblale sobre la fragilidad de su hermanito.

Ayudas limitadas: es importante que el niño ayude a darle de comer al pequeño o a vestirlo. Pero no debemos tomar esto como una obligación porque cohibimos al niño mayor de hacer otras cosas acordes a su edad.

No cambie las rutinas: durante las primeras semanas del nacimiento del bebé procure seguir con las rutinas de sus hijos. No cambie sus planes ni le muestre que la llegada del bebé perjudicará sus actividades diarias.

Deje que su hijo entretenga al bebé: los niños entre 1 y 3 años son bastante activos. Les encanta cantar, bailar y contar cuentos. Pídale que le enseñe esto al bebé. Su hijo se sentirá feliz  y orgulloso de ver cómo su hermano se divierte con sus presentaciones.

*Colprensa