Permanecer juntos por un periodo largo de tiempo en estas condiciones de aislamiento preventivo traerá consigo tensiones o peleas que con un acompañamiento adecuado permitirá a los menores a aprender a relacionarse, a compartir, a ceder, a defender sus intereses.
Es muy importante posibilitar que expresen sus sentimientos de enojo, molestia, rabia, indignación y apoyarlos en la experiencia de aprender a manejar y expresar este tipo de emociones, en especial la rabia, la impotencia, la injusticia y la frustración de maneras más aceptables que les permita relacionarse mejor con las demás personas.
Las tensiones disminuyen si nos esmeramos en:
-Procurar que coman y duerman o descansen lo suficiente.
-Promover que hagan actividades divertidas y lúdicas en la vida diaria.
-Explicarles las razones por las cuales no pueden hacer ciertas cosas. No todo se puede concertar, pero es respetuoso explicar el por qué.
-Evitar las peleas por cosas sin importancia. Ayudarles a identificar lo que realmente importa: no tocar la estufa, lavarse las manos con frecuencia, alimentarse bien.
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-Permitir que las niños, tomen decisiones. Qué ropa usar, qué libro leer. Estos les permite sentirse independientes y estar más dispuestos a respetar las reglas.
-Tener reglas claras y adecuadas para la edad, ojalá compartidas con ellos o por lo menos explicadas.
-Evitar llamar la atención o corregir con golpes, gritos, amenazas u otras agresiones. Se puede ser firme pero suave, corrigiendo a través del diálogo.