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¿Cuáles son los temores más frecuentes de los colombianos a la hora del sexo?
Reconocidos terapeutas de pareja revelaron las quejas que tienen los colombianos de sus cónyuges e, incluso, si aceptan los juguetes sexuales en la relación.
Miércoles, 16 de Septiembre de 2015

Cinco expertos dieron su punto de vista respecto a los temores de los colombianos cuando tienen relaciones sexuales. Ellos son Chiquinquirá Blandón, Psicóloga de la Universidad de San Buenaventura; Fernando Calero de la Pava, Psicólogo y sexólogo ; Carlos Alberto Segura, Psicólogo egresado de la Universidad del Valle; Ezequiel López Peralta, Psicólogo argentino de la Universidad Nacional de Mar del Plata y Martha Mejía, psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia.

1. ¿Cuáles son los principales motivos para que los colombianos decidan consultar al sexólogo o al terapeuta de pareja?

Chiquinquirá: Uno de los principales motivos es la pérdida del deseo por la pareja. Es muy común que con el tema del embarazo, el nacimiento de un hijo o la rutina, por el paso del tiempo vayan perdiendo el deseo y a veces hay uno que lo ha perdido y otro que no. Y también por infidelidad, pues afecta la sexualidad. Si la persona tiene relaciones extramaritales tiene el riesgo de enamorarse de otro (a) y si satisface su deseo sexual tiende a disminuir sus relaciones en el hogar. Y adicionalmente, si una persona se entera de que su pareja le fue infiel se afecta el deseo porque al tener su relación sexual se le vienen a la mente las imágenes de su cónyuge con el otro o la otra.

Fernando: En la mujer la frigidez y la anorgasmia. En el hombre la eyaculación precoz y la falta de una erección adecuada.

Carlos Alberto: 1. El primer motivo de consulta son los celos; número dos, la incomprensión sexual y la tentativa de separación.

Ezequiel: En mi caso particular la consulta es más masculina que femenina, entonces dentro de los motivos te digo dos que tienen que ver con el hombre y uno con la mujer. En el primer caso la consulta es por eyaculación precoz y disfunción eréctil o impotencia. Y la consulta femenina es más por la pérdida del deseo.

Martha: En el caso de los hombres el principal motivo de consulta es la eyaculación precoz causada por la ansiedad al desempeño. En las mujeres, la dificultad para lograr el orgasmo, algunas, nunca lo han sentido y en otras, no es muy frecuente. En el caso de parejas, la monotonía y la mecanización de las relaciones sexuales.

2. ¿En la intimidad, cuáles son los temores más generalizados que tienen los consultantes colombianos?

Chiquinquirá: A las mujeres el aspecto físico les importa: que si están gordas, poco atractivas, etc. Les afecta mostrar su cuerpo. Y temen que el hombre las busquen solo como un objeto, simplemente para satisfacer su deseo, que la relación no sea una expresión de amor, que no tenga antesala, sino que sea una cosa fría y a las carreras. Y los hombres temen no satisfacer a una mujer cuando ella es muy demandante o ha tenido mucha experiencia. Y de alguna manera también hay temor a los embarazos, a los hombres es algo que los puede inhibir.

Fernando: De ellos, el miedo al desempeño, eyacular precozmente y el tamaño de su pene. De ellas, quedar embarazada, contraer una enfermedad, inseguridades con su cuerpo.

Carlos Alberto: Las mujeres manifiestan temor a ser lastimadas, a ser mal catalogadas y a no satisfacer a su pareja. Y cuando son obesas o van envejeciendo hay miedos asociados con la autoestima del cuerpo. Y en el hombre el temor tiene que ver con la impotencia, la eyaculación precoz y también con no satisfacer apropiadamente a su pareja.

Ezequiel: El temor general es a no cumplir con las expectativas de uno mismo, de la pareja; de las expectativas sociales sobre lo que es la sexualidad, lo que genera una sensación de angustia, ansiedad, malestar. Eso tiene formas distintas. En el caso de la mujer puede ser el temor a no gustar físicamente, en el caso del hombre es el temor a no rendir sexualmente como se supone debe rendir. Es un temor típico masculino: la creencia de que debe tener una erección que se provoca rápidamente y absolutamente rígida y que debe mantenerse así mucho tiempo y debe tener varios orgasmos. Es una idea maratónica del sexo.

Martha: Los temores de ellos: no lograr y sostener la erección para un coito exitoso. Ser mal amante, durar poco tiempo o no satisfacer a su pareja. El tamaño de su miembro siempre será un temor masculino referente al largo y ancho de su falo. Que les finjan placer, no estar seguro de si están haciendo disfrutar a su pareja realmente. Tener mal aspecto físico, ellos también quieren verse guapos.

Los miedos de ellas: verse mal al estar desnudas ante su pareja, por su tono de piel, las estrías, la celulitis y los gorditos que pueden tener. El olor y anatomía de sus genitales, ellas temen que su pareja se incomode con el olor natural de su PH vaginal o que mire con detenimiento sus genitales. Temen qué poder decir o no a la hora del sexo; algunas quisieran ser más atrevidas y entre gemidos decir algunas frases, pero no se atreven por miedo a decir algo gracioso o muy vulgar. Proponerle a la pareja una actitud sexual diferente por temor a que las tilden de mujeres fáciles.

3. ¿Cuáles son las quejas más reiterativas que las mujeres tienen de los hombres en su encuentro sexual?

Chiquinquirá: He tenido mucha consulta de ellas por la baja frecuencia de los hombres en buscarlas. Antes era lo contrario, se quejaban de que ellos no se querían bajar de encima y ahora es ‘qué lidia para que quieran subirse’. Que están muy perezosos (risas). Y se siguen quejando de la falta de romanticismo, de que no las acarician lo suficiente, quieren ellas que les conversen, que las besen, que la relación íntima sea un momento especial y no un rapidito.

Fernando: Que son eyaculadores precoces; la falta de caricias; la no existencia de preámbulos en la intimidad. La falta de amor y la poca frecuencia.

Carlos Alberto: La mayoría se queja de la eyaculación precoz de ellos porque quedan insatisfechas. Por la falta de cariños, del preludio. Que son relaciones sexuales muy frías, que el cariño no es generalizado sino únicamente cuando quieren tener sexo. Y otra queja frecuente es que se quedan dormidos después del acto sexual.

Ezequiel: Ellas se quejan, en primer lugar, de la falta de juego del hombre, que es muy directo, poco erótico, que se centra solamente en la penetración y se olvida de los cinco sentidos, de muchas situaciones. Eso les genera una desconexión total con su excitación y placer en general. También, las presiones del hombre por hacer ciertas prácticas que ella no desea tanto, como el sexo anal o el sexo oral y en algunas ocasiones, el sexo en grupo.

Martha: El modo de abordaje hacia ellas, la falta de sutileza y tacto a la hora de insinuar el sexo. El poco tiempo del juego previo, no se toman el tiempo para caricias a lo largo y ancho del cuerpo. La monotonía de las relaciones íntimas, la falta de creatividad a la hora de innovar con poses poco usuales.

4. ¿Cuáles son las quejas más frecuentes de ellos hacia ellas en el campo sexual?

Chiquinquirá: Ellos se quejan por exceso o por defecto. Resulta que hay dos grupos de mujeres: a las que les encanta la sexualidad, esas que si el marido no les hace el amor están desesperadas y el grupo de mujeres desinteresadas en el sexo, que se preocupan más por la vida del hogar, el trabajo, etc. Entonces ellos se quejan de que ellas tengan un papel muy activo o muy pasivo. Y les choca también rogar por sexo, porque se sienten excluidos, no amados y les molesta tener que responder cuando ella quiere y él no.

Fernando: La mujer es un maravilloso coctel de hormonas y a veces dependen de sus hormonas. Por eso a veces son muy volubles. Los celos sin motivo, que denotan inseguridad. Y que le dan un valor económico a su cuerpo.

Carlos Alberto: Ellos se quejan de que sus esposas son frías. Que no muestran ganas de estar con ellos; que están cansadas, que sacan siempre la excusa del famoso dolor de cabeza; en fin, su indisposición para tener sexo. Además, se quejan de que ellas descuidan la figura, lo que les provoca pérdida del deseo hacia sus cónyuges.

Ezequiel: El hombre se queja por la pasividad de la mujer; de la mujer que por no aceptar su propio cuerpo apaga la luz cuando en realidad él quiere interactuar, verla de otra manera. Son situaciones que afectan mucho al hombre porque los varones somos más visuales y si nos quitan el estímulo visual, nos complicamos un poco y no nos estimulamos tanto.

Y que a veces la mujer, por pena, limitaciones o creencias, no acepte ciertos juegos que para él son naturales. Él quiere que la mujer sea más libre, que juegue con su cuerpo, se anime a ponerse disfraces, que se anime a proponer fantasías, hacer cosas nuevas, que no sea tan pasiva.

Martha: Que no se dejen ver el cuerpo desnudo, dado que el hombre es muy visual, le excita ver en pleno la desnudez de su pareja. Que lo cohíban en la relación sexual: la mujer condicionándole sobre qué partes de su cuerpo puede o no tocar. Que no manifieste con expresiones verbales y no verbales lo que él le está haciendo sentir. Y que ellas no tomen la iniciativa.

5. ¿Qué preguntas curiosas, insólitas o exóticas recuerda que le hayan hecho durante la consulta?

Chiquinquirá: Hoy las personas buscan mucho en internet y se informan. Antes hacían preguntas como si tenían que llegar siempre juntos al clímax. Pero hoy la gente está más informada. Lo que me llama mucho la atención hoy es que quien tiene más deseo sexual es ella y el que tiene menos deseo es él. Ese es un cambio que he notado en mi consulta.

Fernando: Que en la madurez sexual, más ellas que ellos, están faltando a la confianza de sus padres. Que son poseídos por entidades diabólicas. Que siendo solteros y estando enamorados están pecando. Que si tienen un mal desempeño es porque un o una antigua amante, por medio de una entidad ejerce poder sobre ellos. Que los adultos mayores no pueden hacer el amor porque son perversos.

Carlos Alberto: Lo más exótico son las preguntas relacionadas con el sexo oral, hay mucho desconocimiento y también timidez para hablar sobre esta temática.

Ezequiel: Más que preguntas, son situaciones normales, pero que para la gente son insólitas. Como por ejemplo, la consulta de una mujer que tiene orgasmos por caricias en su clítoris o por sexo oral, y que no tiene orgasmo por penetración y a ella le parece un problema gravísimo y a su pareja ni se diga, porque siente que no es suficiente con lo que él da. Por una situación que es normal, se puede llegar a una crisis de pareja, porque la mayoría de las mujeres necesitan ese tipo de estímulos.

Martha: Que si el hombre se masturba previo a la relación sexual puede tener mejor desempeño; que si el hombre hace el amor con mucha frecuencia puede desgastar su potencial sexual. Si el hombre se permite ser estimulado analmente tiene tendencias homosexuales. Si la mujer al estar desnuda no produce una erección en su pareja es porque ella no le es suficientemente atractiva. Si el hombre no eyacula durante la relación sexual es porque no la desea a ella. Si no obtienen el orgasmo simultáneamente es porque no hay química.

6. ¿Qué tanto están dispuestas las parejas del país a usar los juguetes sexuales durante sus relaciones?

Chiquinquirá: Los juguetes sexuales hacen parte en una etapa de la vida de la relación de pareja, cuando empiezan a ver que ya no tienen la misma excitación, donde ha bajado la atracción, introducen juguetes y fantasías para generar un poco de novedad y de cambio.

Fernando: Juguetes, aceites y masajes en general. Aún es un mito, aunque en muchas ocasiones son los mejores cultos de aproximación sexual. Es una manera de conocer mejor el cuerpo y desarrollar la sexualidad. Lejos están de la perversión. A veces desarrollan estados de multiorgasmia, sobre todo en las mujeres. Generalmente da seguridad a los hombres, el compromiso es menor y se vuelve un juego de pasiones.

Carlos Alberto: El uso de juguetes sexuales entre los esposos es relativamente escaso. Es una actividad más frecuente entre amantes. Por la rutina de la pareja en el hogar se produce cierto enfriamiento sexual, mientras que aquellas personas que son solteras o tienen amantes tienden a ser más creativos y por ende, a utilizarlos.

Ezequiel: Cada vez más las parejas usan juguetes sexuales en la relación porque ahora en las tiendas eróticas hay muchas opciones: vibradores amigables en forma, tamaño y materiales; accesorios nuevos como las copas y los huevos; todo tipo de cremas para dar masajes, figuras comestibles, etc. Hay un crecimiento de la industria grande, eso habla de que el tema se está moviendo bastante.

Martha: Aunque hoy en día hay mucha más apertura en las parejas en general a introducir un juguete sexual como parte del precalentamiento del encuentro íntimo, las mujeres se cohíben mucho por moralismos impuestos en la crianza o en la sociedad y los hombres por temor a que su pareja disfrute más del juguete que de ellos mismos.

7. ¿Los consultantes hablan con confianza y tranquilidad a su pareja sobre sus deseos, fantasías e inconformidad?

Chiquinquirá: Me ha tocado ver parejas en las que antes había bloqueo sexual porque no le gustaba el aliento del cónyuge, el olor de sus pies, de sus genitales, el aseo de sus dientes, la forma como la acariciaba, lo normal era no decir nada. Ahora las parejas están aprendiendo que hablar al respecto es una cosa positiva para la relación. Si hay un olor desagradable, una postura que en vez de generar placer produce dolor, se debe conversar. Yo he tenido parejas que han dicho todo lo que no les gusta porque es la única forma de hacer los ajustes necesarios.

Fernando: Pocas veces, aunque cada vez tienen mayor confianza para hacerlo. Hay mucha doble moral y el hablar de ello los hace "perversos" y a ellas ante la vergüenza y el juicio del machismo que aún tiene dientes, las previene. Por fortuna, en los últimos años las religiones no tienen tanta influencia en la conducta sexual de los colombianos.

Carlos Alberto: En general las parejas no expresan sus deseos, fantasías o inconformidades y esto trae como consecuencia unas relaciones sexuales muy planas, de intensidad media y de satisfacción moderada o baja.

Ezequiel: No hablan demasiado porque en general, el colombiano no está acostumbrado a hablar de sexo desde una comunicación abierta y sincera con su pareja. En general se espera que desde lo espontáneo el otro se percate del error. No hay un hábito de hablar del tema abiertamente. A veces se hace cuando hay una insatisfacción muy notable, pero no se habla de la mejor manera. En ese sentido falta cultura de poder hablar con la pareja acerca de lo que le gusta de ella o no.

Martha: En algunas parejas no se les facilita ser tan expresivos puesto que quieren evitar una confrontación u ofensa, al contrario de muchas otras que al tener complicidad encuentran apropiado compartirles a sus parejas sus fantasías, deseos e incluso, sus inconformidades.

*Cali | Colprensa

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