La reintroducción de más osos en los Pirineos franceses, que delimitan la frontera con España, es necesaria para garantizar una presencia perenne de estos plantígrados, estimó el miércoles una asociación encargada de su protección.

“La buena noticia de 2018 es, sin duda, la liberación de dos osos en la región de Bearn en octubre”, dijo la asociación Férus, refiriéndose a una región del suroeste de Francia. “Pero aún nos queda un largo camino por recorrer”, añade. 

Dos osas eslovenas, Claverina y Sorita, fueron liberadas en octubre en la parte francesa de los Pirineos para salvaguardar a esta especie que está en peligro de extinción.

Alrededor de 45 osos deambulan en los Pirineos desde que Francia comenzó a importarlos de Eslovenia en 1996, y Férus espera que Claverina y Sorita tengan crías el año que viene. 

Las autoridades francesas han seguido adelante con los planes de reintroducir osos pardos, a pesar de la feroz resistencia de los ganaderos. Estos últimos han llevado a cabo batidas para expulsarlos, de preferencia a la vecina España.

Para los opositores, la presencia de estos animales no es compatible con la ganadería. El animal, que se alimenta principalmente de plantas, puede atacar a ovejas. Otros pastores militan por una convivencia con el animal.