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“Estamos en una situación de desastre”: Asociaciones médicas

El porcentaje de ocupación de las Unidades de Cuidado Intensivo ya bordea el 80 y 90% en algunas ciudades.

Bogotá y Medellín comenzaron este lunes a implementar cuarentenas estrictas en algunos sectores de la ciudad para tratar de reducir el contagio por COVID-19.

Se trata de aislamientos estrictos, como los que operaron en marzo, cuando empezó la pandemia en el país, pero con la diferencia de que esta vez no se trata de una cuarentena generalizada como sí se aplicó en ese momento.

Sin embargo, asociaciones médicas y científicas le advirtieron este lunes al presidente Duque y a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que esa estrategia podría no ser suficiente por el crecimiento acelerado que tiene la enfermedad en la capital de la República y en general en el país.

Este lunes, el país llegó a 154.277 casos confirmados y a 5.455 fallecidos por COVID-19 y el porcentaje de ocupación de las Unidades de Cuidado Intensivo ya bordea el 80 y 90% en algunas ciudades. En Bogotá, el fin de semana había una disponibilidad de 117 camas y solo el domingo llegaron a cuidado intensivo 57 personas. A ese ritmo en poco más de dos días se podría copar la capacidad del sistema de salud.

Las agremiaciones médicas le enviaron al presidente una carta en la que le proponen volver a una cuarentena estricta en todas las localidades de Bogotá por dos semanas, tal como la que se impuso en marzo.

“La situación en el país ha empeorado muy rápidamente, y hay un hito en el que se marca esta tendencia y fue en la penúltima semana. En ese orden de ideas, hemos discutido entre las organizaciones la importancia de tomar una serie de medidas que consideramos claves para disminuir el número de casos infectados, liberar camas UCI y tener mayor disponibilidad de atención a los pacientes”, explicó Sergio Isaza, presidente de la Federación Médica Colombiana.

La ocupación casi completa de UCI en varios centros médicos se evidencia no solo en Bogotá, que bordea actualmente el 90% de ocupación, sino también en otras partes de Colombia. Cali tiene el 95 %, Barranquilla ha disminuido un poco la ocupación, no obstante, tiene el 73 %, Cartagena posee un 74 % de ocupación de camas, Quibdó el 70 %, Medellín el 79, 5 %, Bucaramanga el 64,9 % y Cúcuta el 92,4 %.

“Es necesario que se haga una rectoría o una dirección general a nivel nacional y que en cada una de las regiones y localidades de los diferentes territorios, esas directrices generales se adapten de acuerdo con las condiciones específicas de cada uno de ellos, de manera que estos elementos, tengan una información única y oportuna sobre los resultados de las pruebas realizadas y los cercos epidemiológicos en las localidades del país”, indicó Isaza.

La advertencia de los médicos parece ir en dirección contraria a los anuncios del Gobierno, que si bien ha reconocido que estamos entrando en la etapa más crítica de la enfermedad, ha continuado avanzando en los planes de reactivación económica. El argumento para hacerlo es que la enfermedad ha tenido una evolución diferente en cada departamento del país y el 60% de los casos se concentran solo en cinco ciudades.

Lea También: Se endurecen medidas para detener la COVID-19 en Cúcuta

José Luis Accini, presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna y Cuidado Intensivo, manifestó que “nuestro mensaje es claro y contundente, y es que estamos en una situación de desastre por el COVID-19. Ya se está encontrando un desequilibrio entre la demanda y la oferta en términos de capacidad de respuesta, es decir la falta de talento humano”.

El especialista explicó que el problema no es solo tener 10.000 camas para atender la emergencia a nivel nacional, sino el personal suficiente para atenderlas y eso es lo que ha agravado la situación, porque no hay suficientes personas formadas específicamente para la atención en UCI.

“La pregunta es si esto aplica para Bogotá, Barranquilla y para las ciudades que tienen un repunte. No hay más opciones, no hay ninguna intervención preventiva ni terapéutica, mientras no exista nada que corte la transmisión del virus, o intervenga en su progresión, solo queda reducir la demanda, y el aumento y optimización de la oferta. Reconocemos el gran esfuerzo del Gobierno Nacional y local al respecto, pero hay elementos que no se tienen en cuenta para optimizar esta necesidad”, puntualizó Accini.

Félix Martínez, presidente de la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de la Salud y la Seguridad Social (Fedesalud), explicó que lo que más dificulta mantener una cuarentena estricta no solo en Colombia, sino en Latinoamérica, por eso se debe pensar en alternativas para que la gente se mantenga en casa.

Los médicos proponen que se entregue una renta básica a trabajadores informales e independientes, así como a población en situación de vulnerabilidad, para garantizar las necesidades básicas de servicios públicos y alimentación.

"¿Cuál es el problema de la práctica en nuestro medio? Por una parte, esta estrategia desconoce la realidad social de cada país, en este caso con las abismales diferencias en cuanto a salud, educación, trabajo, vivienda. Con las abismales diferencias en el ingreso y la protección social la velocidad de propagación del virus incrementa, al igual que los decesos. Entramos en un problema más grave que aquellos que no presentan fenómenos de inequidad y pobreza", explicó Martínez.

Por último, el experto aseguró que hubo una sobreestimación de la cuarentena como alternativa para ampliar la capacidad hospitalaria, cuando el sistema de salud ya se veía en un estado crítico, debido a políticas inadecuadas para sostener el sistema de salud.

 

 

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Colprensa
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Martes, 14 de Julio de 2020
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